𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟐

978 132 29
                                    

▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄






— ¿Quieres que te lleve al instituto hoy?

Por un momento, pensó que estaba mirando mal. Que un espejismo le nublaba la vista o que era un error visual por no haber dormido bien.

Pero no. Edward en verdad estaba allí. Había ido a buscarle.

A principio Cillian no lo vio debido a la neblina, y entonces se acercó y le vio al otro lado de la reja, apoyado contra el capó del lado de la puerta abierta del copiloto.

Aunque Edward sonrió al preguntar, había incertidumbre en su voz. Realmente estaba dándole a elegir.

—Seguro.

Colocó el cigarrillo apagado que sostenía entre sus dedos en su oreja y cruzo la reja para caminar hacia él—pero se detuvo al mirar desaprobatoriamente su mano en la puerta, lista para cerrarla en cuanto estuviera dentro.

—Puedo cerrar una puerta —le dijo dándole suaves golpecitos a su mano para que la quitara. Edward le miró con reprobación, pero lo hizo.

Cillian se agachó para entrar en el coche y se sorprendió al ver una cazadora color canela que colgaba del reposacabezas en el asiento de copiloto.

— ¿Qué es esto?

—Una chaqueta. Tu siempre andas desabrigado y ahora que sé el por qué, no quiero que contraigas un resfriado ni nada por el estilo. Te daré una mano en eso.

Cillian le miró en silencio mientras evaluaba el mejor curso de acción. Un poco de preocupación estaba bien, pero era claro ver que Edward fácilmente podía extralimitarse con su 'preocupación' y Cillian nunca había sido un fanático de que le acosen con cuestiones de salud.

Depositó la chaqueta en el asiento trasero y cerró la puerta, girándose hacia él.

—Estoy bien, no tienes que preocuparte —le aseguró—. Pero, ¿te puedo decir algo para que no surja un malentendido?

El rostro de Edward se volvió mortalmente cauto cuando desvió los ojos que había abierto grandemente como un ciervo asustado de la carretera y le miró.

— ¿Qué?

—No te conviene mucho tomar el papel de cuidador conmigo. Para las personas con algún problema como yo, el cuidador suele volverse el foco de frustración —le dijo, intentando no sonar severo... y probablemente fallando gracias a su acento—. No quiero ese rol para ti.

Edward torció los labios, no asintió ni negó y solo desvió los ojos a la carretera neblinosa, aumentando la velocidad del coche.

Definitivamente había fallado.

Bueno, en sí, no era tan terrible. Edward tampoco llevaba chaqueta en todo caso, solo una camiseta gris de manga larga con cuello de pico. Cillian intentó no mirar descaradamente mientras apreciaba lo bien que la tela se adhería a su delgada y esbelta figura.

Llevaba el cabello pelirrojo a penas un poco más controlado que las veces anteriores, pero probablemente se debía más a que la niebla lo había humedecido a que se hubiera pasado un peine—Cillian realmente quería pasar la mano por su nuca y comprobar si su cabello era tan suave como parecía.

Desvió la mirada: — ¿Te importa? —preguntó, tomando el cigarrillo en su oreja.

Edward le miró con ojos verdaderamente desaprobatorios, pero aquello era algo que ya hacía desde antes de saber de su condición médica, así que solo le divirtió.

—Preferiría que no lo hicieras.

— ¿Porque te dañará los pulmones?

—No. Porque dañará los tuyos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 01, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ℝ𝔼ℚ𝕌𝕀𝔼𝕄 𝕆𝔽 𝕃𝕆𝕍𝔼 ━ Edward CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora