Reclamando lo ajeno...

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          Todos en el salón estaban ansiosos luego del anunció de la llegada del príncipe Lucerys Velaryon.La multitud formo un pasillo y los músicos comenzaron a tocar levemente una canción delicada, mientras que entraba el tan esperado principe.

    Una figura delgada de hebras rizadas entro a la sala, su piel blanca y tersa hacian contraste con su vestido blanco, rodeado de perlas y rubies en su pecho. La mirada de todos estaba en el, tan puro como el agua cristalina, tan hermoso como una sirena.

     Al llegar enfrente del rey, el joven omega se arrodillo, como un caballero, lo cual empezó a hacer que los murmurllos resonaran por la sala.

    Observe a mi madre, quien estaba al lado del rey y con una sonrisa mostró su aprobación. Ignorando la mirada fruncida de la reina  consorte observe a el rey quien sonreia. Contrario a lo que se hacía con lo omegas, el rey desenvaino su espada y la coloco enfrente mio, sosteniendola de ambas manos. Una presentación de alfa.

— Lucerys Velaryon te presento ante mi pueblo, mi reino. Por favor ponte de pie— al ponerme de pie me mantuve cabizbajo y colocando su mano en mi mentó alzo mi cabeza.

— " Jamás te escondas solo por ser omega, no ante mi, ni ante nadie"—  tomándome de las manos el rey permitió que viera a sus subditos. Ante el tiempo de la música todos dejaron un círculo vacío para mi primer baile. Trague fuerte y observe a Vaemond sonriendo mientras dejaba su copa en la mesa, esperando por mi.

    Solte la mano del rey y mientras bajaba los escalones, observe a Daemon de pie junto a Jacaerys, me detuve por un momento y me quedé observando al mayor.

— " Dijiste que tomarías la responsabilidad, no?"— Daemon sonrio y asintio ante mis palabras.

— Padre podrías hacerme el honor— Daemon mostró una sonrisa deslumbrante e ignorando como se supone que mi primer baile fuera con Vaemond, tomo mi mano y me acompaño hasta la pista de baile, donde los murmurllos eran opacados por la música.

  Daemon coloco su mano en la espalda de Lucerys y con una sonrisa ambos comenzaron a danzar. 
Vaemond observo aquella escena con horror y mirando a la reina de reojo, demostro los enfurecido que estaba, saliendo de la Sala del Trono de Hierro.

  Con una sonrisa y vencedor, el dulce Lucerys recosto su cabeza en el hombro de Daemon.

— Padre?—
— Te molesto?— respondí algo apenado ante la pregunta, para luego mirarlo, desde que tengo memoria en  ambas vidas Daemon siempre ha cuidado de mi y en esta me ha consentido más que nunca, de alguna forma sentía envidia por mis primas y hermanos menores por que ellos si eran hijos de Daemon.

— Para nada, puedes tener la confianza de decirlo más amenudo— murmuro a su oido y sin poder evitarlo, Lucerys río contento, dejando a todos perplejos. La inocencia que demostraba el joven sin duda era una exótica, que alimentaba la curiosidad de todos a su alrededor.

      La música se intesifico y con un tono fuerte pero elegante, Lucerys y Daemon se separaron, el mayor le dio la espalda a Lucerys, el momento tan esperado, un acción simbólica y  trascendental, donde el omega presentado se pone de rodillas ante el alfa que lo cuida, para demostrar que ya maduro y puede ser parte de la sociedad.

    Al darse la vuelta y extender su mano, Daemon no pudo quedar más sorprendido que la multitud. Lucerys de pie, extendiendo su mano al igual que el. Un postura igualitaria y desafiante si se pude decir.

— Esto es ridiculo— murmuro Alicent al ver tal estupidez sentada desde la mesa, pero al intentar ponerse de pie, su esposo la tomó de la muñeca.

— Sientate..— murmuro Viserys, impidiendo que la reina hiciera la situación más escandalosa.

𝓑𝓵𝓪𝓬𝓴 𝓢𝔀𝓪𝓷  || 𝕷𝖚𝖈𝖊𝖒𝖔𝖓𝖉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora