𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧 | 𝐅𝐈𝐕𝐄 𝐗 𝐎𝐂

TWENTY TWO

Autora: badkitty3000

Cinco Hargreeves x Lector Smut

DÉBIL.

Incluso Five Hargreeves no es ajeno a la tentación. Se esfuerza mucho por mantenerse alejado. Quiere hacer lo correcto por una vez en su vida. Si no por él, entonces por ella. Pero cada hombre tiene su punto de quiebre.

Nunca quise llegar tan lejos. Nunca quise ser cruel. Eso no es lo que soy, o al menos no creía que lo fuera. También pensé que era fuerte y que tenía fuerza de voluntad. Pero supongo que también me equivoqué en eso. Porque por mucho que intento mantenerme alejado, no lo hago.

Sé quién soy y de qué estoy hecho. Las cosas terribles que he hecho. Eso no es un secreto y nunca me he mentido sobre eso. Mi moral ya ni siquiera puede considerarse una zona gris; son más como una mancha borrosa. Pero en esta pequeña parte de mi alma, estaba tratando de ser mejor. Al menos para ella.

He fracasado estrepitosamente.

Ella sabe lo que soy. Cuando las cosas se pusieron demasiado cómodas y familiares, se lo dije como una forma de alejarla y asustarla. Pero no funcionó. De hecho, tuvo el efecto contrario. A ella le encantaba... y no sabía cómo decir que no a eso.

¿Cómo podría decir que no cuando ella estaba rasgando mi ropa, prácticamente jadeando de deseo y metiendo su mano en mis pantalones? Por toda una mancha de sangre en el cuello de una camisa y la sensación de mi Glock contra su piel. Estoy seguro de que hay una manera de resistir eso, pero joder si sé cuál es. No soy lo suficientemente inteligente ni lo suficientemente fuerte para resolverlo.

No me gustan particularmente todos los asesinatos. Pero soy bastante bueno en eso y supongo que alguien tiene que hacerlo. Ciertamente nunca lo consideré sexy de ninguna manera. Luego, después de esa primera vez, cuando me rogó que le contara todos los detalles espantosos, y vi su piel comenzar a sonrojarse y sus pupilas dilatarse… bueno, joder, eso le dio un nuevo giro a todo.

Todavía no me gusta, esa parte no ha cambiado. No me produce ningún placer apretar el gatillo y ver cómo se les abre el cráneo como una puta piñata, esparciendo el contenido de sus cerebros por todo el suelo como si fuera el peor juego de mesa del mundo. Ahora, sin embargo, hay una pequeña chispa enfermiza que se encenderá en mí una vez que haya terminado. Porque sé cómo la excitará.

Y, joder, soy débil.

A eso se reduce todo esto. Debilidad. Para la mayoría de las personas que me conocen o me conocen de alguna manera, débil es probablemente la última palabra que usarían para describirme. Frío; amargo; sarcástico; Estúpido. Es mucho más probable que se utilicen esos adjetivos. ¿Pero débil? Dudoso.

Aunque sé la verdad. En el fondo eso es lo que soy. Porque cuando continúas rompiendo el corazón de alguien una y otra vez, sólo porque no puedes controlar tus propios impulsos básicos... eso es debilidad. Puro y simple.

Ella me ha dicho cuánto la he lastimado y cuánto estoy arruinando su vida. Ella gritó y lloró y me dijo todas las cosas que sé que merezco escuchar. Me ha llamado idiota más veces de las que puedo recordar y nunca lo he discutido. Así que me mantengo alejado, como sé que debería hacerlo. Hasta que inevitablemente vuelve a llamar. Y vuelvo a meterme en él sin pensarlo dos veces. Como el jodido bastardo que soy.

Débil.

Porque aunque sé que está mal y poco a poco la estoy envenenando con mi egoísmo, cada vez pienso que tal vez será diferente. Quizás esta vez sea el momento en que me quede. Cuando finalmente seré la persona que debería ser y que realmente quiero ser.