JUANJO
El viernes del viaje no tardó en llegar y me encontraba guardando las últimas cosas en la maleta. Tres sudaderas, dos pantalones, ropa interior y unos calcetines que no me importase perder (porque seguro que los iba a perder). Metí también un bañador por si nos pillaba un buen día.
Tenia entendido que en el sur el sol pegaba especialmente fuerte independientemente de la época del año, y Denna había comentado por encima que la casa tenia un piscina, asi que, aunque dudaba bastante de que la fuésemos a utilizar, no quería arrepentirme de no haberlo llevado.
También guardé los dos regalos de cumpleaños que compré la tarde anterior.
No habia vuelto a hablar con Martin desde que me pasó el bizum de los billetes de tren, pero estaba deseando volver a verle y pasar tiempo con él.
El cambio en mi vida fue muy drástico cuando se fue, pasábamos todo el día juntos, por lo menos al principio, hasta que le empezaron a llover ofertas de trabajo y lo que era cotidiano se convirtió en ratos esporádicos. Y en pocos meses pasamos de vernos casi todos los días a estar semanas sin saber el uno del otro.
El reloj del móvil marcaba las siete de la mañana, y teniendo en cuenta que habíamos quedado a las nueve menos cuarto en la estación y que quería ir andando hasta allí para disfrutar de la soledad de las calles a primera hora de la mañana, me quedaban unos cuarenta minutos para desayunar. Asi que eso hice.
Ahora que volvía a estar medio bien con Martin no pude evitar recordar las mañanas en las que era él quien me preparaba el café.
(tres años y medio antes: acababan de mudarse juntos)
—¿Me hazezz? —Juanjo le susurró al oído a Martin, rodeando su cintura y pegando su cuerpo a él.
—Creo que no me voy a cansar nunca de escucharte decir eso. —Respondió el más pequeño, girando la cara levemente para sonreírle.
—Es que no voy a parar de decírtelo nunca. —Le devolvió la sonrisa, dejando besos cortos por toda su mandíbula. —Ahora peor que vivimos juntos.
—Es que es MUY fuerte.
Martin dejó las tazas que Juanjo se habia llevado de la academia calentándose en el microondas y dejó un tierno beso en los labios de su novio, sin dejar de sonreír.
—No me imagino esto de otra manera, Martin. Ni con nadie que no seas tú. —Dijo provocándole un escalofrío cuando escuchó su nombre salir de los labios del maño. Creía que era imposible, pero todos los días se levantaba queriéndolo más que el anterior.
—Te quiero, do. Creo que no eres consciente de cuánto.
Juanjo hizo un puchero y espachurró su cara con ambas manos, muerto de ternura.
—Yo te quiero más. —afirmó, dándole un corto pico. —Yo me encargo de las tostadas, que a ti se te queman.
—Qué tonto eres.
Sacudí a cabeza, espantando los recuerdos que habían empezado a volver a mi cabeza como olas chocando contra una roca: constantes, con fuerza, y arrasando con todo. Y fue cuando el destino me gastó una broma.
Maitea❤
Juanjo, tu llevas bañador?
Me dio algo de miedo pensar que lo habia invocado, pero sonreí al volver a verle en mi pantalla. Nunca fui capaz de cambiarle el nombre que él mismo se habia puesto en el instante en que nos devolvieron el teléfono después de salir de la academia. No tenia la fuerza de voluntad suficiente para cambiarlo ahora. Tampoco quería.
ESTÁS LEYENDO
La constante del cambio -juantin
FanfictionHan pasado 4 años desde que terminó OT y 2 desde que Juanjo y Martin decidieron cortar su relacion. Despues de este tiempo, vuelven a encontrarse para la reunion anual que el grupo acordó hacer al salir de la academia para no perder el contacto, qu...