14. LA TORMENTA

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JUANJO

El alcohol empezaba a hacer efecto en mi organismo, y cada vez el cuerpo me pesaba menos. Los demás tambien empezaban a reírse sin que nada fuera realmente gracioso, exagerando sus gestos, fruto de las copas que llevaban encima. Martin habia estado pegado a mi toda la noche, y no iba a ser yo el que se quejase. Vino a darme un abrazo que duró, por lo menos, cinco minutos despues de leer la carta, y yo solo le correspondí mientras acariciaba su pelo, orgulloso y feliz de que le hubiese gustado, porque no decía más que la verdad.

El remember de actuaciones habia sido bastante deplorable. Decidimos hacerlo despues de unos cuantos cubatas y nada salió bien. Paramos cuando Denna y Violeta casi se dejan los dientes en el suelo tras tropezar con sus propios pies.

Reí al ver a Nai y Lucas, completamente borrachos liándose en la piscina.

-Pero ¿y estos qué hacen recreando el Titanic? Yo flipo, te lo juro. -Rio Omar, observando la escena.

-Pues a mí me está dando un calor...

-Juanjo, amore, tu vives con calor. -Replicó Violeta.

Le saqué la lengua, divertido, y seguimos bailando con los demás.

Martin hace un rato que se habia ido a fumar con Rus y Salma, asi que recorrí el patio buscando su silueta. La encontré sentada en una hamaca con las dos chicas frente a él, las manos apoyadas en sus rodillas, y el ceño fruncido.

Estaba bastante mareado, pero al pensar que Martin podia estar mal mi cabeza se despejó un poco ella sola, y quise acercarme a ver que pasaba, pero alguien me lo impidió.

-Juanjiiii...-Álvaro puso su brazo alrededor de mis hombros. Alargaba las vocales, notablemente borracho.

-Alvarito, -le revolví el pelo, juguetón. -¿Qué pasa, todo bien?

-Bueno...sí, he discutido con Paul, para variar -rio, pero se que no le hacia nada de gracia.

-¿Otra vez?

-Si, es que he vuelto a pedirle perdón, ahora que voy con unas copitas encima y me importa menos perder mi dignidad. Pero nada, que es un cabezota.

-¿Perdón por qué? -Pregunté, acariciando su brazo levemente.

-¿No has hablado con Martin? -Me tensé en el sitio y él dio un sorbo a su copa, recién rellenada.

A qué cojones venia el cambio de tema. ¿Tenia algo que ver con el enfado de Paul?

-¿Hablar de qué? -me puse serio y aparté sus brazos de mi con cuidado.

-Ah...es que como le he visto ahí sentado hablando con las chicas con pinta de estar muy mal, creía que te lo había contado.

No entendía absolutamente nada y eso me estaba poniendo de los nervios.

-Contarme el qué.

-Nada, nada. Ya te lo dirá él. -Hizo el amago de irse, pero le agarré fuerte de la mano que tenia libre para que no lo hiciese, esta vez con menos delicadeza.

-Álvaro, ni puta gracia. No le des mas vueltas, contarme el qué.

-Es que no creo que deba decírtelo yo. -Miró hacia abajo.

Por favor que no sea lo que estoy pensando. Por favor.

-Que hables. -Ordené seco, intentando ocultar el nudo que se empezó a formar en mi garganta.

El alcohol se me habia bajado completamente en el minuto dos de conversación, y por la palidez repentina de su cara, a él también.

...

La constante del cambio -juantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora