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Llevaba horas mirando los documentos en mi escritorio. La cabeza me daba vueltas pero se lo atribuía a la falta de sueño.

Miré el reloj por inercia descubriendo que faltaban diez minutos para que mi alarma sonara, así que recogí todos los papeles y al momento de ponerlos en el cajón a mi costado, la pequeña imagen de la ecografía resbaló cayendo al suelo.

Cerré los ojos un segundo. No sabía que hacer. Tenía poco tiempo para decidir si arriesgaba lo que tenía para solicitar un préstamo bancario y dejar como garantía la galería o no. Sumado a eso, estaba embarazada y en cualquier momento podía dejar de estarlo.

Era como una bofetada, una patada en el trasero. Solo deseaba despertar un día sabiendo que papá había dejado atrás la estúpida idea de vender ese terreno y recibir una llamada de mi doctora diciendo que nuestro bebé estaba libre de todo peligro. Pero claramente eso no sucedería.

Recogía la ecografía y la acomodé al costado de mi computadora. Detestaba saber que me sentía desconectada del embarazo. Con Sky, la deseábamos tanto que desde que la prueba salió positiva, no había día en el que me sintiera feliz por saber que estaba en mi interior.

Pero esta vez estaba totalmente perdida. Lo único que sentía era miedo y detestaba eso.Regresé a la habitación caminando de puntas, como si no quisiera ser descubierta en mi escapada nocturna. Cosa que era cierta.

"¿En donde estabas?" La voz de Luke me hizo cerrar los ojos mientras trataba de cerrar la puerta con extremo cuidado pensando que seguía dormido. Mordí mi labio pensando en una respuesta y me giré. El cielo aún no se iluminaba con el amanecer, así que la habitación seguía un tanto oscura.

"Umm... En la lavandería..." Coloqué las manos detrás de mi y me apoye en la puerta. Luke suspiró con pesadez y se incorporó para apoyarse en la cabecera de nuestra cama.

"¿Desde hace tres horas estás en la lavandería?" Su tono era tranquilo, como siempre. Mordí el interior de mi mejilla y bajé la vista.

"Lo siento"

"¿Por qué te disculpas Lex?" Hice una mueca. "Hey, ven aquí..."

No tuvo que decirme dos veces. Mis pies se movieron con velocidad llevándome directo a él. Sabía que no podía ocultarle demasiadas cosas, sobre todo si eran mis sentimientos. Luke tenía el poder de hacerme expresar lo que sentía con unas cuantas palabras y aunque a veces era frustrante porque no quería preocuparlo, la mayoría del tiempo era reconfortante porque tenía su respaldo para todo tipo de situaciones.

Luke alzó las sábanas y me envolvió en ellas. Cerré los ojos presionando mi mejilla en su piel dejando que su calor corporal me abrazara también. Sus brazos me estrujaron y finalmente posó sus manos en mi espalda baja.

"Necesito vacaciones..." Murmuré contra su piel. Luke se rió de inmediato y sonreí por el simple hecho de escucharlo reír. "Quizás una playa con arena blanca y muchas piñas coladas..."

"No suena nada mal..." Dejó un beso en mi frente. "Pero piñas coladas sin alcohol... ¿Entendido?"

Asentí en silencio. La sonrisa en mis labios desvaneciéndose lentamente. En mi mente, fantasear con una playa tranquila al sur del continente disfrutando del sol broncear mi piel y de una piña colada tan fría que haga doler mis dientes sonaba como un sueño. Un sueño que buscaba desesperada ahora que mi mundo estaba algo de cabeza.

"Tengo miedo Luke..."

Las palabras salieron de mi boca en un segundo y al siguiente, ya era un mar de lágrimas que no podía parar. A veces, no sabía si era mejor sentir todo esto o no sentir absolutamente nada.

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"Gracias..." Sonreí amable al amable señor que había surtido mi receta médica. Ahora tenía en mis manos un bolso con vitaminas, suplementos y varios medicamentos que, según palabras de mi doctora, eran vitales para nivelar los números rojos en mis exámenes de laboratorio.

Salí de la farmacia y subí a la camioneta, Luke me miró expectante y le dediqué una rápida sonrisa.

"¿Encontraste todo?" Preguntó saliendo del estacionamiento. Íbamos ahora rumbo al colegio para recoger a Sky. "Perfecto"

Dejé la bolsa con los medicamentos de lado y concentré la vista al frente. En mi cabeza aún rondaban los números del maldito préstamo bancario. Quizás si aumento los espacios de exposiciones en los próximos meses, las ventas puedan incrementarse y con ello pueda liquidar más rápido la deuda. Pero por otro lado, las palabras de la Dra Preston sonaban una y otra vez en mi cabeza.

"Serán semanas críticas Alexa, el riesgo de un aborto espontáneo antes de la semana doce es mucho mayor con un problema de presión arterial alta. Es momento de que des un paso atrás para descansar..."

"¿Has pensado en lo que te dije?" Luke dio un apretón con su mano en mi pierna y giré mi vista, su perfil concentrado en el camino frente a nosotros. "No me marcharé de casa hasta Febrero. Necesitas tomar estos meses con calma y haré cualquier cosa que haga falta para que tu y nuestro bebé estén bien..."

Dios. Luke Hemmings.

"Lo he pensado, si..." Asentí. Puse mi mano sobre la suya y pronto él la entrelazó sacándome una pequeña sonrisa. "Pero puedo trabajar desde casa, lo he hecho muchas veces y..."

"Esto es diferente Lex. Tienes que deshacerte de cualquier problema que pueda alterarte, incluyendo cualquier problema con la galería. Estoy seguro que Dana no va a rechazar esa oferta para hacerse cargo y de notificarte cuando haya problemas que realmente no pueda solucionar..." Apreté los labios pensando en esa posibilidad.

"¿Y qué si no acepta la propuesta?"

"Técnicamente ya le ofreciste un empleo y aceptó. No creo que se niegue a dirigir la galería con un muy buen aumento..." Por supuesto, el aumento era un sí absoluto si Dana aceptaba. Y tanto Luke como yo confiábamos plenamente en sus capacidades para dirigir la galería.

"Supongo que tienes razón... Aunque me pone algo triste el hecho de no hacer mi trabajo..." Hice una mueca.

"Pero es por una buena razón amor" Alzó mi mano hasta sus labios. Una ligera onda tibia se expandió por mis mejillas haciéndolas arder y por primera vez en el día, mi sonrisa fue genuina. "Tenemos que cuidar a nuestro nugget"

"¿Nugget?" No pude evitar reír. Luke me miró un segundo, la sonrisa divertida arrugando las esquinas de sus ojos.

"En la ecografía parece un nugget..."

"¡Luke!"

"Se parece a los nuggets que compramos para Sky" Rodé los ojos divertida y recosté mi cabeza en el respaldo incrédula de sus palabras.

"Entonces será nuestro nugget" Luke asintió dedicándome una sonrisa tranquila.

"Nuestro nugget" Repitió él y pude sentir la tensión desaparecer lentamente de mi cuerpo después de un día lleno de pensamientos intranquilos en mi cabeza.

Agradecía demasiado que Luke mantuviera una postura tranquila y cuerda desde que le dije las probabilidades que había de tener un aborto espontáneo. De no ser por su vibra positiva, realmente estaría tirada en nuestra habitación llorando todo el día.

COMEDOWN | L.R.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora