COMEDOWN | L.R.H

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Nadie más que las personas que son papás saben lo desgastante que es cuando tu hijo se enferma.

No importa si es un simple resfriado o algo extremadamente grave. Una como mamá experimentaba un estrés que no podía demostrar al ver su hija enferma.

Aunque no era la primera vez que Sky se enfermaba, siempre era algo agotador estar todo el tiempo al pendiente de ella. Literalmente todo el tiempo.

La reunión que había planeado con mis amigas en la noche se canceló, obviamente. Les dije que Sky estaba enferma y ellas comprendieron perfectamente que no podría verlas.

Para la media noche, Sky comenzó a tener algo de fiebre y vómito, lo que nos obligó a Luke y a mi a tenerla en nuestra habitación para estarla vigilando.

Por supuesto que esa noche no pude dormir más de diez minutos seguidos. Nuestra cama estaba totalmente invadida.

Sky estaba en el centro y Luke y yo a cada lado al pendiente de ella. Mick incluso lucía preocupado por ver a mi bebé enferma y decaída.

Por otro lado, Ozzy siempre dormía en las piernas de Sky así que esta vez no fue la excepción.

Cuando abrí los ojos de nuevo, observé a Sky acurrucada a Luke mientras él tenía su brazo de manera protectora a su al rededor.

Me estiré un poco tocando su frente para ver si seguía con fiebre pues sus mejillas estaban algo sonrojadas pero todo parecía indicar que no. Los admiré unos segundos con una leve sonrisa.

Si pudiera representar lo que significaba el amor para mi, probablemente sería esta escena. El amor de mi vida durmiendo al fin después de mantenerse al pendiente de nuestra hija toda la noche y mi pequeña bebé envuelta en una manta de cariño que merecía totalmente.

Mi pequeña familia representaba perfectamente esa palabra y no podía sentirme más orgullosa de la vida que habíamos construido. Sin importar las altas y bajas, sabía que tenía la mejor vida que hubiese deseado tener.

Saliendo de la cama con cuidado de no hacer mucho ruido y dejando a todos continuar descansando, tome mi celular y una sudadera para cubrir mi piel ligeramente erizada por el frescor matutino.

Llamé de inmediato al colegio para avisar que Sky estaba enferma y que no asistiría el día de hoy. Aproveché también para responder los mensajes de mi prima que preguntaba por Sky y que no respondí en la noche por estar concentrada en ella.

Antes de dejar el celular en la cubierta de la cocina, la pantalla se iluminó con una nuevo mensaje de Sandra y mi vista se vio distraída por la fecha. Estábamos a pocos días de terminar septiembre.

Pronto serían tres meses de que mamá falleció y aun sentía que me faltaba un largo camino para poder está en paz con ella. Realmente me hizo sentir miserable en cientos de ocasiones pero la amaba incondicionalmente y honestamente, era frustrante.

"Tres meses..." Murmuré con una mueca. Suspiré algo resignada.

Se seguía sintiendo extraño saber que la única manera de verla o escucharla era en mis sueños... O mejor dicho, pesadillas. Detestaba no poder tener un sueño agradable con ella.

"¿Tres meses...?" Abrí la nevera sacando cosas para preparar un desayuno ligero para Sky y completo para Luke.

Respondí el mensaje de mi prima con un audio deje el celular de lado.

Una vez saqué algo de queso y pan de barra para tostar, repetí en mi cabeza esa misma cantidad de meses y me quedé algo estática.

Tome mi celular de nuevo entrado a la aplicación del calendario. Por alguna razón mi corazón comenzó a latir con fuerza porque seguramente me estaba montando ideas ridículas en la cabeza.