No hay nada más duro que tener que esconder quién eres realmente y vivir bajo una mentira, tener que fingir que estás bien cuando obviamente no lo estás. Y eso es lo que me paso a mí. Hola soy Tristán Liones y esta es la historia de cómo tuve que pa...
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Bueno si yo pudiera describir este día con una palabra sería una total y completa ¡MIERDA!. Rememorando, una niña extraña que me besa de la nada y dice ser mi amante, además de conocer detalles de mi vida que nadie más debería conocer a excepción de mí, siguiendo con mi maestra a la que había estado buscando durante dos años, resulta estar enamorada de mí y que nos ha traicionado para apoyar al Rey del Caos Arturo porque le dio una copia adulta de mí, lo cuál no hace que sea menos turbio, que mi mejor amigo de la infancia resulte ser una chica y que ¡TAMBIÉN! está enamorada de mí, aunque saber esto, a excepción de que siempre ha sido una chica, no me afectó tanto como las otras dos confesiones, después de todo la manera en la que lo dijo fue tan divertida que no pude evitar reírme.
Claro que después de momento me di cuenta de que reírme de una persona cuando confiesa su amor por mí no es la manera más bonita de reaccionar, al menos no para la persona que se confiesa, en fin después de hablar un buen rato y contarle todo lo que me pasó hoy, me di cuenta de que Tristán sea un chico o una chica es una persona de buen corazón. No dudó ni un segundo en mostrarme su apoyo después de todo lo que le conté, aunque fue divertido que se mostrara celosa porque una niña de 12 años robó mi primer beso, pero aún así se sintió bien y eso hizo que tomara el valor para pedirle algo que solo le habría pedido a mi propia madre. Un abrazo y aunque al principio quedó sorprendida no me lo negó abrió sus brazos en espera de que yo me acercara y lo hice.
Al igual que con mi madre apoyé mi cabeza en su pecho escuchando el sonido de su corazón, el ritmo constante de su corazón Me transmitió paz y calma por primera vez en mucho tiempo, ni siquiera me di cuenta de cuándo me quedé dormido con mi cabeza apoyada en su pecho, por primera vez desde que el maestro Gowther me había hecho dormir, Me sentí completamente capaz de bajar la guardia y dormir profundamente.
Aunque ahora que veo a mi tío Meliodas apuntarme con su espada mientras nos pide explicaciones sobre lo que está pasando aquí y a Tristán gritándole Que guarde su espada y que no es lo que parece, tal vez no fue una buena idea quedarme dormido después de todo.
- ¡Papito ya te dije que guardes la espada que no pasó nada! - Tristán hacía su mejor esfuerzo para que el tío Meliodas dejara de apuntarme con su espada y la verdad si no fuera porque estaba durmiendo tan bien y aún sigo cansado probablemente estaría un poco más a la defensiva pero sé que él no va a hacerme daño y que lo que Tristán dice es verdad no estábamos haciendo nada.
- Encuentro a mi hija de 16 años con un chico dormido en su pecho, en su cama, solos y ¿Tú pretendes que crea que no estaban haciendo nada malo? - Bien no negare que el tío Meliodas tiene un punto ahí, a nadie le gustaría encontrar el tipo de escena que él encontró y menos si se trata de su única hija.
- ¿De verdad piensas que Lancelot y yo haríamos algo tan imprudente?. Por favor apenas acaba de enterarse hoy que soy una chica - Ésas palabras parecieron hacer despertar al tío Meliodas, creo que por primera vez desde que entró a la habitación se dio cuenta de que Tristán no deberia de tener esa apariencia. Al menos no frente a mí.
