Capitulo 9

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-Suboficial Rezz, despierte- exclama una voz varonil – despierte suboficial Rezz que llegará tarde a su condecoración.

-Unos minutitos más – exclama el suboficial Rezz

-Nada de unos minutitos mas ni que ocho cuartos – exclama él – de una vez levántese de la cama.

Al abrir sus ojos lo ve al cadete White al pie de su cama, con la vestimenta oficial para ceremonias dentro del ejército. Se pone de pie y alza sus manos para que el cadete la empiece a vestir.

-¿Por qué siempre tengo que vestirla yo?- exclama el cadete

-Acaso te olvidas de la apuesta que perdiste- responde el suboficial.

El cadete White la termina vistiendo ya que tenían que estar en el salón oficial en menos de cinco minutos caso contrario ella perdería su condecoración y se armaría un gran revuelo si eso pasara. Por cuestión de la súper suerte que tenia el suboficial, llegan a tiempo al acto.

-Sean Bienvenidos todas las personas aquí presentes – exclama el general del ejército – hoy 19 de septiembre del año 1999 haremos entrega de la medalla de la caballería primax caballeros del oriente por su gran valor y dedicación en la lucha contra los enemigos de nuestro país a la suboficial Rezz que desde ahora en adelante será ascendida a capitán general. En el momento que estaba por recibir la medalla suena un ruido que se repetía y repetía.

*ring, ring, ring, ring, ring*

Era la alarma de su despertador, ya era la hora de levantarse de la cama, abre sus ojos y se da cuenta que tan solo fue un sueño de lo vivido en su pasado, de ese pasado que tanto se quiere olvidar pero no puede ya que en pocos días tendrá que volver a ese lugar para aclarar las cosas sobre Cecilia.

*llamada entrante*

Buenos días mi hermosa dormilona

Buenos días

Vaya que estamos de pocas pulgas el día de hoy mi hermosa dormilona

Te dije que no me volvieras a llamar nunca más en tu vida ¿o acaso no lo entiendes Celia?

Sé muy bien lo que me dijiste, pero tienes que saber la verdad sobre muchas cosas entre ellas está Cecilia

Ya te dije que ella está muerta, no entiendo ¿Por qué la tienes que nombrar?

Mi hermosa dormilona, Cecilia no está muerta, es más ya has estado con ella y tú mi bobita ni te diste cuenta de ello.

¿De qué mierda estás hablando? Celia

Cecilia es Paola

*llamada finalizada*

*llamada saliente*

*llamada rechazada*

*llamada saliente*

*llamada rechazada*

Andrea agarra sus llaves, cierra la puerta de su departamento se dirige al estacionamiento donde está aparcado su coche, a lo que está por abrir la puerta para ir al trabajo de Paola suena su celular era de un número desconocido.

*llamada entrante*

Hola

Hola Paola o quieres que te diga Cecilia

Déjame que te explique todo, iré a tu casa en una hora

Yo no estoy en mi casa, Ce-Ci-Lia

Entiendo tu molestia, pero si me dejarás explicarte el por qué de todo, sabrás el por qué hice lo que hice

*llamada finalizada*

*llamada entrante*

*llamada rechazada*

*llamada entrante*

*llamada rechazada*

*llamada entrante*

*llamada rechazada*

"Andrea por favor responde mis llamadas"

"No me hagas esto"

"Solo déjame que te explique las cosas"

Y así continuaron los mensajes de texto que Paola le enviaba al celular de Andrea, la cuál solo quería llegar rápido al trabajo de Paola para verla y acabar de una buena vez con todo el dolor que sentía. Estuvo manejando como una hora hasta llegar a su destino, cuando estaba por estacionar su coche, la ve a Paola saliendo del edificio donde supuestamente trabajaba, al ver como ella estaba vestida, Andrea no la podía creer y ahí se dio cuenta que toda su vida había sido una mentira tras otra. Saca de su guantera su placa y a betsy que la guarda en su cintura tapándola con su chaqueta.

-¡Alto! – exclama el guardia de seguridad del edificio al ver que Andrea iba armada- ponga sus manos en su nuca lentamente entrelazando sus dedos

-Ja ja ja ja – responde Andrea en tono burlesco – por su bien y el de todos dentro del edificio, quién debe poner sus manos en la nuca es usted, así que le daré cinco segundos, caso contrario, hoy se volverá tan rojo como esa noche hace 15 años.

-Señora Rezz – exclama Paola- no haga ninguna locura

-Paola súbete al carro y cierra la boca – responde Andrea – hoy de una buena vez me dirás toda la verdad bajo mis propios términos.

-NO SE MUEVA LE DIJE –exclamó el guardia de seguridad

En lo que el guardia estaba a punto de apretar el gatillo, suena un disparo y él se desploma en el pavimento. Toda la gente allí presente al ver tal escena empezó a gritar corriendo de un lado a otro tratando de alejarse de la escena del crimen

-Ves lo que ocasionaste Paola – responde Andrea – AHORA DE UNA MALDITA VEZ SUBETE AL CARRO.

Ambas se suben al carro, dejando al guardia de seguridad desangrándose o por lo menos eso le hizo creer a Paola. Lo que no sabía era que todo allí estaba fríamente calculado desde el momento que Paola cometió un pequeño descuido cuando fue ese día al departamento de Andrea. Cuando llegaron a su destino Paola sintió un escalofrió recorriendo desde su nuca hasta su espalda baja.

-BAJATE DEL CARRO- exclama Andrea en tono súper serio

-No me mates- responde Paola con lagrimas en los ojos – te imploro no lo hagas.

-¿Matarte? ja ja ja ya me hiciste reír Cecilia – exclama Andrea – como podría matarte si tú ya estas muerta desde hace 15 años atrás.

-Sobre eso – exclama Cecilia- déjame que te explique

-Me digas lo que me digas no harás que yo cambie de parecer – responde Andrea – toma esta venda y ponte en los ojos, estira tus manos hacia adelante.

Cecilia siente como su vida empieza a pasar enfrente de sus ojos como si fuera una película de todas las cosas que había hecho en toda su tiempo en esta tierra, así supo que de esta no saldría viva. Andrea la toma del brazo jalándola desde las esposas que le puso y la llevo a rastras hasta un cuarto donde se podía evidenciar un olor a rosas mezclados con algo dulce. En lo que entran siente algo caliente escurriendo por sus piernas seguido de algo que empezaba a vibrar en su cola. En eso siente como Andrea le sube los brazos amarrándola en una posición que ella ya había vivido hace 15 años.

-Andrea – exclama Cecilia algo excitada

-Silencio – responde Andrea – no tienes permitido hablarme

Se empieza a escuchar como abrían y cerraban cajones como si estuvieran sacando los materiales para tortura. Andrea saca unas tijeras y le empieza a cortar toda la ropa a Cecilia dejándola totalmente desnuda y a su merced.

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