El egoísmo es poder, clara es la prueba en la historia de esta nación.
Después de la conquista, las flores ibéricas se tejieron en su piel, la cruz incrustada en su cara el reflejo del liderazgo , y la libertad la voz de miles silenciados.
El ser co...
Suspiraba pesadamente mientras guardaba sus cosas, el extraño ofrecimiento y "trato" que España le había ofrecido resultaba oírse un poco falso, pero él lo juro, lo juro con su propia palabra. Era confiable.
Pensaba en cómo decirle esto a su madre mientras colocaba su vestimenta en el cofre que le había dado el español, tenía claro que enfurecería la haria enfurecer con la estúpida decisión que había tomado. Pero no había vuelta atrás, ya lo había aceptado.
Le dijo que se retiraría a medio día y no en la tarde, ya que le explico que a esa hora estaban haciendo guardia los aliados.
¿Cómo le diría a Mexico? ¿Cómo le diría a la pequeña que cuido desde hace decenas de años que se iría? La dejaría, la abandonaría, no la volvería a ver en bastante tiempo. A la niña que vio crecer, sufrir, llorar, reír, bromear, caer y demás, ¿cómo lo haría? No era capaz, no era capaz de hacerlo.
Apretó fuertemente su camisa, con su puño la estrujó lo suficiente para lograr arrugarla. Cerró sus ojos y frunció su ceño mientras una lágrima escurría en su mejilla, su mente le trajo un recuerdo tan hermoso, que tan pronto se esfumó al reprimir sus emociones.
«Olvida los buenos momentos, no es hora de debilitarse... » pensó.
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-¿Madre, puedo pasar? -Apartó de su vista el pedazo de tela.
Ella asintió, y con pasos lentos se fue acercando a donde reposaba para finalmente quedar frente suyo. Tomó aire, se preparó mentalmente y apretó sus puños intentando soltar lo que iba a decir.
-Yo me iré de la ciudad. -Su boca tartamudeaba al intentar decirlo y la mirada tan pesada de la mayor ahora lo hacía estremecerse.
-Um... -Soltó una pequeña risilla-. ¿Por qué?
Lo que le dijo inmediatamente la tomó por sorpresa, al escucharlo, su cuerpo dio un pequeño salto, mientras que en su rostro reflejaba su completa confusión.
-Iré a cobrar tributo, no durare. Se nos están acabando las personas con los sacrificios... Los dioses, se pondrán furiosos...
Sus cejas descendieron levemente, sus ojos reflejaban su completa atencion, pero también enojo, su boca permanecía cerrada, pero el contrario logró ver cómo está era apretada.
-Los sacrificios son lo que menos importa ahora -respondió con seriedad- ¿no has visto como estamos? La gente se muere, realizaron un ataque a la ciudad, nos quedamos sin recursos y no tenemos con quién comercializar, ¿y a ti... te importan más los tributos? -Pestañeo un par de veces, su ceño se fruncio y su boca se movía con rapidez con una sonrisa irónica.
-Habrá más catástrofes, madre.
-De verdad que los hombres a veces no piensan... -Frotó su cien frustrada-. No irás, te lo prohibo.
-Sólo vine a avisarte, en medio día me largo de aquí. -Dio por finalizada su conversación, miro por última vez a su progenitora y le dió la espalda para irse.
