"El fin es el principio de otra cosa"
-Anónimo.
No sabía lo que hacía, y con exactitud tampoco de dónde estaba. Y a pesar de no saber esos dos puntos importantes, se sentía bien, estaba bien, porque todo parecía estar perfecto.Los dedos se entrelazaban, con caricias suaves y reconfortantes. El calor se compartía. Y de vez en cuando una de las manos se deslizaba por la otra para llegar al dorso y con el dedo pulgar subir y bajar en dirección a los nudillos.
Sus hombros estaban a pocos milímetros de chocar uno con el otro, permaneciendo sentados con las rodillas hacia arriba debajo de un árbol robusto que les ofrecía una gran sombrar para cubrirse del ardiente sol del atardecer.
Y estar a su lado, casi para estar pegados, escondidos debajo de ese tronco y ramas, la hacían sentir bien; porque estaba solo con él, ellos dos, bajo la luz deslumbrante de la bola gigante que estaba escondiéndose detrás de la ciudad.
México recargó su cabeza en la dura superficie de madera, soltando un largo suspiro nasal liberador, uno que le permitía dejar salir el aire que contenía pequeñas moléculas de la comodidad y felicidad.
Nada podría arruinar el momento.
Y se le ocurrió abrir la bocota para preguntar:
—¿Siempre seremos amigos, verdad? —preguntó ella, sin dejar de mirar el atardecer que se combinaba entre naranja puro y azul, creando un leve difuminado entre el centelleante fondo donde resplandecía el Sol con una gracia sorprendente.
—¡Por supuesto! —exclamó el maya, diciéndolo con un chillido muy aguado— nuestra amistad jamás terminará... —le agarro el mentón y la obligó voltearle a ver—, jamás lo hará... —agregó casi como un susurro, dándole suspenso a lo que acababa de decir.
Ella se sobresaltó, y sus ojos se clavaron en los del otro, con un destello en su iris ámbar, lleno de curiosidad, pero también vidriosos del terror.
Y realmente, México no entendía el porqué de su reacción, siempre estaba cómoda con él, con una sonrisa en su rostro... ¿pero por qué? ¿Por qué tenía ese mal sabor atrapado en el interior de la garganta?
Aquello, más que parecer una respuesta que calmara sus dudas del fin de su amistad, parecía una amenaza, una amenaza aterradora.
Tomando eso en cuenta, dio un pelín hacia atrás, quitando su mentón de la mano fría del contrario, y le dedicó una expresión consternada.Sencillamente, algo en ella reaccionó de esa manera.
Itzá ante su repentina reacción sonrió, pero no de la forma habitual en la que lo hacía. Él hizo una sonrisa cerrada (siempre curveaba su boca mostrando los dientes), levantando las comisuras (que no era habitual), tornándose irónica. sobre todo, achicó un poco los ojos, para después girarse y pudo notar cómo este los puso en blanco, quitando brusco la mano y reposándola sobre el hueso de la rodilla.
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Stolen Stay (Nueva España)
FanficEl egoísmo es poder, clara es la prueba en la historia de esta nación. Después de la conquista, las flores ibéricas se tejieron en su piel, la cruz incrustada en su cara el reflejo del liderazgo , y la libertad la voz de miles silenciados. El ser co...