Capítulo 10: Te esperaré.

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Esa maldita mano, que había nublado su mente por completo, ahora planeaba enloquecerla con el roce de esos fuertes dedos, descendiendo lentamente por la curva de su cintura. Podía sentir como su piel ardía bajo la ropa, a veces tan innecesaria. El frío, que hace segundos recorría su cuerpo helando hasta su aliento, ya no estaba por ninguna parte. Había sido sustituido por la calidez, calor, que la cercanía de Killian provocaba en ella.

Colocó su mano izquierda sobre la de él, impidiendo que continuase con las caricias. No tenía derecho a hacerlo, a confundirla. Unas horas antes la había ignorado casi por completo, la rubia de cabellos cortos y mirada fría era más importante que ella o así era como le había hecho sentir. Quería explicaciones, no carantoñas.

Pero al dirigir de nuevo sus ojos hacia los de él cualquier intención de resistirse se difuminó en el horizonte de su mirada, tan profunda, tan atrayente. Y que decir de esos labios, cuyo sabor aún permanecía en su boca, resistiéndose a marcharse, a ser olvidado.

Una batalla se desató en su interior cuando Killian, sin ninguna compasión por ella, la rodeo entre sus brazos. ¿Qué debía hacer? ¿Sucumbir a lo que sentía o escuchar a esa voz interna que no paraba de repetir que aquello era un error?

No necesitó pensarlo demasiado, su cuerpo inconscientemente ya había respondido por ella. Estaba cerca, muy cerca de él. Con su mentón hundido en la suave tela de aquella camisa de color azul claro que tanto le gustaba, que desprendía ese cítrico aroma que conseguía embriagar sus sentidos, hacerla viajar, transportarla a algún lugar de su mente en el que solo estaban ellos, sin nadie que juzgase sus actos, sin prohibiciones.

El moreno dejó caer su mano izquierda a la altura de la otra, que ahora entrelazaba sus dedos con los de Emma, y colocándola sobre el final de su espalda comenzó a recorrerla con sus dedos, ascendiendo hasta enredarlos entre los largos mechones de su rubio cabello. Cuando ya la tenía totalmente sometida, derretida entre sus brazos, dejó un profundo y húmedo beso en aquellas ardientes mejillas. Y al separar sus labios susurró "Hola, Swan".Simples palabras, sin importancia pero que susurradas tan cerca, casi rozando su piel, sonaron como melodía para sus oídos.

—Killian —dijo Emma, aún con los ojos cerrados y con su cabeza apoyada sobre el hombro de él —.Necesito...—No quería acabar con aquel momento, aquella sensación extraña que recorría todo su cuerpo, esa paz que solo sentía cuando estaba cerca de él, pero debía hacerlo —...hablar contigo —Debía salir de aquel mundo, que había creado para ellos dos en su mente, para volver al mundo real, en el cual no existía un "ellos" y jamás lo haría.

Se separó de él, de sus brazos acogedores, de sus delicadas caricias y así el frío regresó a su cuerpo, a su corazón. No quería sentir eso de nuevo, esa sensación de vacío en su interior, por eso necesitaba aclarar la cosas. Necesitaba asegurarse de que todo estaba bien entre ellos, que nada hubiera cambiado tras aquel beso.

En ocasiones sentía que todo seguía igual, como ahora con ese tierno saludo pero después cambiaba, se comportaba tan distante, frío. Y no podía soportarlo, no quería que jugase con ella, salir herida. Killian había entrado demasiado rápido en su vida y no deseaba que se marchase de ella con la misma fugacidad. Simplemente no lo soportaría. Ya estaba harta de perder, de ser abandonada.

—¿Qué ocurre? —preguntó dando un paso hacia atrás, sentándose de nuevo en el taburete, que ocupaba antes de la entrada de la rubia en la cafetería — Estás preocupada, lo noto en tu mirada —dijo pasando con cuidado uno de sus dedos por la frente de ella, apartando un delgado mechón que tapabas sus ojos verdes.

—Sí, lo estoy —Apartó la mano de Killian con brusquedad, no quería que sus dulces gestos la distrajeran, obnubilando sus sentidos otra vez, no, no lo permitiría —.Estoy preocupada porque algo ha cambiado entre nosotros y dijiste que no lo haría.

BROKEN HEARTS (CaptainSwan AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora