BROKEN HEARTS (CaptainSwan AU)

Capítulo 1: Confía en mí.

Disclaimer: Ningún personaje de esta historia me pertenece. Ya me gustaría que me pertenecieran Killian, David o cualquier príncipe.

—¿Ya has terminado tu guardia? —preguntó el rubio desde la puerta de los vestuarios.

—Sí, por fin, se me ha hecho eterna esta noche -respondió Killian, sentado en uno de los bancos más cercanos a las taquillas —.Tengo unas ganas de meterme en la cama —dijo entre bostezos, masajeandose el cuello y deslizando los dedos por sus cansados hombros, intentando aliviar el dolor.

—Yo tengo operación en una hora y después me toca hacer todo el papeleo.

—¿Pero esta noche quedamos igual para ver el partido, Whale? —Hace pocos meses que eran compañeros en el hospital. Pero habían quedado muchas veces para tomar algo después del trabajo o ver algún partido, y no fue difícil crear una buena amistad.

—Claro, a las diez en mi casa y traite unas cervezas —dijo mientras abría la puerta y se apartaba a un lado para dejar salir a una mujer, que antes de abandonar el vestuario se giró para despedirse de ambos hombres.

—No, Whale —Sabía exactamente en lo que estaba pensando su amigo, solo con fijarse en la manera en la que la miró —.Ni se te ocurra, está casada.

—Ya sabes que eso no es ningún problema para mí —Solía alardear de ser un mujeriego y eso era algo que Killian no aceptaba, él respetaba a las mujeres y no le gustaba ver como alguien jugaba con ellas, aunque fuese su amigo —pero tranquilo no haré nada.

—No quiero meterme en tu vida, sabes que no me gusta, pero creo que deberías sentar la cabeza, buscar a una buena mujer, una sola mujer —Era cierto, no le agradaba entrometerse en los asuntos personales de otras personas, de la misma manera que odiaba que la gente opinase de su vida, pero Whale debía saber que estaba en el camino equivocado —para conseguir ser feliz de verdad.

—Quizás tengas razón, pero no creo que haya una mujer para mí, una capaz de amarme, soy demasiado imperfecto —Su mirada se perdió en el pasado. En realidad sí había existido una mujer capaz de amarlo, pero fue un amor demasiado breve, un amor que rompió su corazón y que ninguna otra pudo curar.

—¿Estás bien? —preguntó al notar la tristeza en los ojos de Whale, que permaneció en silenció por unos segundos, apoyado sobre el marco de la puerta —.Lo siento si he dicho algo que te ha molestado.

—No, no es eso, no te preocupes —Guió su mirada hacía Killian y le regaló una sonrisa, intentando mostrarle que estaba bien —.Debo marcharme, pero nos vemos esta noche —Se incorporó, separándose de la puerta y dando un paso hacia un lado se colocó fuera de los vestuarios —.Adiós Dr. Jones —Con un suave movimiento de su mano y un guiño de uno de sus ojos turquesas se despidió de su amigo.

Se había quedado solo en los vestuarios, así que decidió darse una pequeña ducha antes de marcharse a casa. El agua caliente le sentaría bien. Le despejaría la mente y el cansancio que llevaba arrastrando desde los últimos tres pacientes.

Se levantó del banco e inclinó levemente su espalda para recoger la bata y el estetoscopio que había dejado sobre el asiento al entrar. Con la mano que tenía libre abrió el candado de la taquilla, introduciendo la combinación de cuatro dígitos, y metió todo desordenadamente dentro de ella.

Primero se sacó la parte de arriba, una sencilla camiseta negra, dejando su torso desnudo y después se deshizo, rápidamente, del resto de la ropa, quedándose completamente desvestido. Se agachó para recoger las prendas que estaban tiradas en el suelo y los cómodos zapatos antideslizantes, obligatorios para el personal del hospital, que se había quitado mientras hablaba con Whale. Y lo guardó todo en la primera estantería, sin ningún cuidado ni orden, estaba demasiado cansado para ello.