Has llamado a Hyunjin || Hyunlix✔

Cap 14

Ahora

Despierto a la mañana siguiente con un mensaje de texto de Yeji.

Hola. Estoy afuera.

Me froto los ojos y parpadeo para eliminar la somnolencia. ¿Qué está haciendo aquí tan temprano? Mientras pienso en esto, un grito ahogado se me escapa cuando lo recuerdo. ¡La vigilia con velas!

Se suponía que anoche tenía que encontrarme con ella y ayudar. Pero me quedé dormido y lo olvidé por completo. Probablemente vino aquí para hablar cara a cara. Tengo que responder.

Bien. Ya bajo.

Me lavo los dientes, me visto rápido y me salto el desayuno. Cuando salgo, encuentro a Yeji sentada sola en el escalón del porche de espaldas a mí. Su cabeza se apoya en la barandilla del porche a medida que mira hacia el césped. No dice nada cuando salgo.

—No sabía que vendrías... —digo.

Ninguna respuesta.

—¿Estás bien?

Yeji no se da vuelta. No me mira.

Me siento en el porche a su lado. Un aire de silencio se cierne entre nosotros. Debe estar enojada conmigo.

—Siento mucho lo de anoche. Olvidé por completo que se suponía que íbamos a encontrarnos. Yeji, me siento terrible.

—En serio pensé que irías —dice ella—. Te estaba esperando. Hice que todos esperaran.

—Lo siento mucho... —No sé qué más decir.

—Intenté llamarte. ¿Por qué no respondiste?

Pienso en anoche. No estoy seguro de lo que me pasó. Debo haber dejado mi teléfono en casa cuando conducía por la ruta 10, buscando a Hyunjin. Y recuerdo quedarme dormido tan pronto como regresé. Pero no puedo decirle a Yeji nada de esto. Pensará que estoy loco.

—No fue a propósito —digo—. Me quedé dormido temprano. No tengo excusa. Lo siento.

—Si no te importaba ir, debiste haberlo dicho.

—Yeji, en serio lo hacía...

—No, no lo hiciste —me interrumpe. Luego me mira, su voz aguda—. Si en serio te importara, habrías ido a todo lo demás. Pero no lo hiciste. No sé por qué sigo esperando que lo hagas. —Inclina su cabeza hacia atrás contra la barandilla, provocándome una ráfaga de dolor—. De todos modos, ni siquiera importa. Tenías razón todo el tiempo.

—¿Qué quieres decir? ¿Razón en qué?

—Cómo nada de esto en realidad importa —responde—. Como la vigilia de anoche. No cambia nada. Aún se ha ido.

Recuerdo nuestra conversación en el restaurante. Nunca pensé que se quedaría con ella de esta manera. De repente, desearía poder retractarme de lo que dije. Ojalá pudiera explicarme. Hyunjin me pidió que me asegurara de que Yeji estuviera bien, y solo empeoré las cosas entre nosotros. No estoy seguro de cómo solucionarlo.

—Eso no fue lo que quise decir —digo.

—Es exactamente lo que dijiste.

—Ahora es diferente. Ya no lo creo. Quería estar esta vez allí.

—Yo también. Pero ya es demasiado tarde.

Yeji aparta la mirada nuevamente, observando el césped. Nos quedamos en silencio por un rato. Cuando reajusta sus manos, noto algo en su regazo.

Un pedazo de papel.

—¿Qué estás sosteniendo?

Yeji deja escapar un suspiro. Me lo entrega sin una palabra. Desdoblo el papel y leo la primera línea.