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 Serena Williams me dijo en aquella pista de carreras que por qué no pasaba un día a jugar a su cancha, aprovechando que estaba en Miami, porque al parecer había leído que ya me había recuperado. 

Yo, tuve que agradecerle y ser honesta con alguien que podría entenderme más que mucha gente. Además, jamás creí que alguien como ella leería sobre alguien cuyo futuro acabo, como yo.

"No puedo pisar una cancha aún" le dije, un poco avergonzada por la situación, la mirada que me dio si me hizo sentir comprendida, sus ojos reflejaban entendimiento. La morena me abrazo de lado y luego dijo:

"No te preocupes, ya podrás hacerlo, y cuando ese día llegue, te estaré esperando en mi cancha, solo llámame."

Eso sí que es un sueño. 

Salgo de mis pensamientos cuando un gran ruido llama mi atención, mis ojos rápidamente buscan el origen y es frente a mí, mientras le cambian las llantas a uno de los pilotos.

Observo la carrera por la pantalla y escucho el radio de Jannik, tratando de comprender todo, no estoy perdida, pero tampoco lo tengo. Finalmente, después de al menos dos horas, bajan la bandera y observo quienes están en los tres primeros, reconociéndolos gracias a las pequeñas fotos con sus rostros, que aparecen junto a sus apellidos.

Cobolli, Senna y Butler.

Lo que significa que el cabroncito de hace rato no logró ganar, lo que solo me produce un poco de satisfacción.

Salgo junto a mi familia y caminamos hacia donde podremos ver a los pilotos, junto al resto del equipo. Debemos ser inversionistas de mucho valor si hemos podido llegar hasta aquí. 

Gotas del spray de la champagne caen sobre mi piel, una vez que los pilotos se llenan el cuerpo de aquel producto, Jannik sonríe hacia el equipo como si estuviera festejando con ellos y hace un ligero gesto hacia nosotras. Seguramente porque por la mañana le dije que ni siquiera quería estar aquí, ni celebraría nada, para que mi padre no tuviera oportunidad de nada. Una sonrisa y él diría "tienes nuevo empleo", lo que sea con tal de ponerme a hacer otra cosa.

Bueno, pues adiós Miami, hola Londres.

-Ey, ¿ya viste esto?- me llama mi hermana, mostrándome su teléfono. Mis ojos caen en lo que parece ser el feed de los Miami Dolphins, con los que jugamos ayer, doy clic en la primera foto y son unos de los jugadores. Enarco una ceja y estoy por preguntarle de qué habla.- Sigue bajando.- me ordena, así que llego hasta la otra imagen, en donde me veo a mí misma en varias ocasiones lanzando y charlando, e incluyeron un video y todo. El texto pone: "Las estrellas se reúnen en el Hard Rock, entre las raquetas y los autos siempre está el ovoide". 

Lejos de partir de aquel ambiente, permanecimos por ahí pululando un buen rato, al parecer papá aún tenía cosas que hacer, razón por la cual mi hermana y yo estamos ahora sentadas en unas incómodas sillas, porque tampoco se puede caminar por ahí ya ni nada.

-Oye Chloe, creo que te hablan.- escucho a mi hermana, la miro y luego dirijo la vista hacia donde me indica, a varios pasos de distancia están Travis y mi padre, haciéndome señales con la mano.

-Y, ¿cómo sabes que no es a ti?- le pregunto.

-Porque cuando voltee ellos te señalaron a ti.- responde cortamente, pero con una sonrisa de burla en el rostro.

-Ah genial, tú sigue divirtiéndote aquí, yo iré a ver que se le ha ocurrido ahora a papá.

Ella se carcajea mientras le doy la espalda y la dejo atrás. ¿Dónde demonios estará mi mamá?

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⏰ Última actualización: Mar 30 ⏰

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