¿Esposo o esclavo?

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Este One-shot es una adaptación de la historia 'Dulce venganza'
de Redm0nsteR

desgraciadamente este autor/autora no continuo la historia ( y eso que apenas empezaba lo bueno)  así que yo doy mi final alternativo ya que desconozco el final de dicha historia hasta donde supe la cuenta quedó abandonada pero no por eso no daré ...

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desgraciadamente este autor/autora no continuo la historia ( y eso que apenas empezaba lo bueno)  así que yo doy mi final alternativo ya que desconozco el final de dicha historia hasta donde supe la cuenta quedó abandonada pero no por eso no daré créditos

Disfruta la historia

Devastado...

No había mejor palabra para definir cómo se sentía. Su padre, el honorable Hokage, héroe de guerra, había sido infiel a su madre. La dulce princesa Hyuga... Recordó perfectamente cómo este solía llamarlo inmaduro por pintar los rostros de los Hokage o hacer otras travesuras. ¿Quién era él para decirle eso ahora? Había traicionado a su madre, a su familia, no solo con su tía Sakura, sino también con Ino, Ten-Ten y Kurui. De esta última supo por su abuelo, quien mencionó que había sido solo una vez y porque su padre la había chantajeado con quitarle su casa.

Dios... su padre era una basura de hombre.

Por eso se alegró cuando su abuelo lo destituyó de su cargo. Los otros líderes de clanes y consejeros no iban a permitir que un hombre caprichoso manchara la aldea de la hoja con sus berrinches. El castigo no solo fue la destitución, también le quitaron todos sus bienes y lo desterraron. Nadie iba a tolerar sus actos. Intentó hablar con su madre, pero ella no quería saber nada más de él, y Boruto no podía culparla.

Él nunca lo perdonaría.

No solo les arruinó la vida a ellos, sino también a su querida amiga Sarada. Ahora era miembro del clan, pero con la condición de no ver nunca más a su madre. Sarada aceptó. No la culpaba. Sakura ni siquiera intentó recuperarla; solo le importaba su reputación.En unas horas, su padre sería desterrado. Le habían concedido una "última voluntad" como pago por su participación en la guerra: hablar con su familia. Su madre no quería verlo, así que una puerta los separaba.

—Am... Yo... —su voz titubeó, dándose cuenta de que no había nada que pudiera decir.

—¿De verdad? —Hinata habló con el corazón roto—. ¿Fuiste capaz de hacerme esto? Nuestros votos... ¿No significaron nada para ti? —gritó, tratando de contener las lágrimas.

—Realmente lo lamento... fue un desliz —intentó justificarse.

—¿Sigues con eso? ¡Se acabó! —intervino Boruto, con la rabia contenida. Quería gritarle, golpearlo, pero debía respetar el dolor de su madre— Nos perdiste por tu estúpida lujuria.

—Boruto... lo siento. Realmente lo siento... —insistió su padre, pero sonaba patético.

—Solo pierdes nuestro tiempo —dijo Hinata, implacable—. No dices nada que valga la pena. Accedí a tu "última voluntad" solo por lástima, pero... cometí un error. —Activó su Byakugan, mirando a la puerta—. No eres más que un ser patético y despreciable. No puedo creer que no me di cuenta antes. —Con esas palabras, tomó a su hija pequeña y se preparó para irse.

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