SERIAL KILLER.

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Katherine

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Katherine.

Desperté asustada, incapaz de articular palabras, mientras mi corazón latía con fuerza.

Me asuste también por el ruido de la lluvia Mi cuarto estaba casi oscura si no fuera por la claridad de la luna y los relámpagos que se descargaban con fuerza en la tierra no vería nada.

—¿Estás bien, Katherine?

Jack estaba de pie en el marco de la puerta.

—Sí. Me despertó el ruido de la tormenta. ¿Hace cuánto estás ahí?

—Hace un segundo. Vengo de vez en cuando para ver que estés bien. Esta es la cuarta vez.—Su voz era tranquila.

—Te agradezco, pero no hace falta,Peyton cerró la ventana.

Acomodé mejor las sábanas para cubrirme y me giré para dormir.

—Tenías pesadillas, solo quería ver si estabas bien. Sé que no te gusta la oscuridad, por eso vine también. Un árbol rompió los cables así que no tendremos luz hasta la mañana.

—Estoy bien, gracias. Deberías dormir, no te quedes despierto por mí.

—No tengo sueño. Si quieres, me quedo aquí de pie esperando a que te duermas porque sé que no lo harás.

Me conocía muy bien, no iba a dormir jamás, porque me molestaba la oscuridad, y mucho menos por esta pesadilla que se sintió tan real.

—Si quieres puedes quedarte aquí sentado—señalé la alfombra al lado de mi cama.

Jack se acercó y se sentó donde le indiqué, quedando de espaldas a mí.

—¿Qué soñaste?—apoyó su cabeza en el borde de la cama.

—Él nos asesinaba a todos. Fue tan real. Corrí por el bosque, el dolor era insoportable. ¿Crees que volverá en cualquier momento?

—No se atrevería—susurró.

—Siento como si en cualquier momento él cruzara la puerta y nos asesinara uno por uno como en la pesadilla, y yo seré la última—me sentía agobiada y miedosa.

—Mientras yo esté aquí, nada ni nadie te hará daño.

—Tengo mucho miedo.

Me di la vuelta y me quedé mirando su cabellera.

—Mañana te sentirás mejor. Estás nerviosa por la tormenta. Tienes sueño?

Me miró de reojo.

—No, al menos no ahora.

Miré el techo donde colgaba el atrapa sueños.

—No sirves para nada.

Le hablé al objeto como si fuera a responderme.

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