Capítulo 1

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--Señor Jeon ---Lo llamó su asistente, una rubia despampanante que no dejaba de coquetearle, lastima que el bateaba del otro lado ---Llamaron del almacén, llegaron las piezas que ordenó.

---Diles que en una hora estoy ahí ---Dijo sin siquiera voltear a verla.

Jungkook, un joven de veinticinco años, que se abrió paso en la remodelación de autos gracias a su amor por estos.

---July casi es capaz de venir en baby doll a la oficina solo para tener un poco de tu atención ---Dijo su amigo saliendo del minibar que tenía en su oficina.

---Así viniera desnuda, sería lo mismo. ---Contestó

---Deberías intentar algún día, tal vez descubres que eres bisexual ---Namjoon rio --- O que nunca fuiste gay, que solo fue una etapa de rebeldía.

---Rebeldía mis bolas ---Dijo Jeon apartando por fin la mirada de su ordenador. ---Estuve con varias chicas en mi adolescencia, y créeme, no hay comparación.

---Seokjin me invito a un bar hoy ¿Nos acompañas? Dice el que los bailarines de ahí son increíbles.

---Me haría bien. ---Contestó con simpleza.

---Perfecto, te envío la ubicación y nos vemos allá. ---Caminó hacia la puerta, pero antes de salir volteó hacia su amigo ---Conduce con cuidado. ---Advirtió.

Después de la muerte de su madre, Jeon perdió totalmente el control; tal parecía que quería matarse cada vez que tomaba el volante de un carro, manejando a toda velocidad entre las calles de la ciudad sin precaución alguna.

Le reclamaba a Dios cada noche por haberse llevado a su madre.

---Es tan fácil para ti llevarte a las personas y dejar a la familia hundida por la ausencia. ¿Quien te crees? Tal vez ni siquiera existes. ---Decía mientras lloraba abrazado a su almohada. ---Y si existes, cuando muera quiero pararme frente a ti para decirte lo mucho que te odio.

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Jimin sabía que era hermoso, se lo habían hecho saber tantas veces que esto ya no le causaba ningún efecto, ya no sentia nada. Al principio, cuando había comenzado a trabajar en "Black Dance", su autoestima no era precisamente muy alta, se consideraba de buen ver, pero no amaba su cuerpo; no es que tuviera sobrepeso ni nada, pero era de cuerpo

Estaba sentado frente al espejo de la pequeña habitación que le daban en el bar para que se preparara, hoy se sentía enérgico. Había sido su día de descanso en uno de los trabajos que tenia en el dia, trabajos que odiaba "La gente con dinero es una mierda", pensaba Jimin.

Es más de una ocasión, viejos que pensaban que por ser ricos podían tener lo que ellos quisieran, trataban de propasarse con el. Habia sido regañado y despedido de su primer empleo, por darle una bofetada a un anciano que le habia tocado el trasero.

---Minnie ---Escuchó que lo llamaban. ---Hoy serás el último acto.

---¿Pero porqué? ---Siempre había sido el que abría o uno o dos actos antes del último.

---Tom no pudo venir hoy ---Este era el bailarín estrella, por así decirlo, aún que todos sabían que solo tenía ese lugar por que se dejaba joder por el gerente del bar.

Si bien, "Black Dance" era un bar; eso no quería decir que sus bailarines fueran prostitutos, de hecho estaba prohibido que cualquier empleado tuviera algo que ver con los clientes, por lo menos dentro del bar.

Esto no evitaba que más de uno tuviera su desliz con los clientes, claro, todo lo más hermético posible ya que los hombres y mujeres que acudían a "Black Dance" eran personas prominentes, con un estatus social demasiado alto como para que arriesgaron su reputación por un simple bailarín.

Todos los miembros del bar, debían enviar una solicitud para recibir la membresía, estos tenían derecho de llevar a dos personas más solamente y les dejaban bien claro que si alguna información se filtraba, su membresía sería revocada y serían acreedores a una demanda tanto el miembro como sus acompañantes, nadie quería arriesgarse a ser noticia nacional por algo tan vulgar.

---El reemplazo del rey ---Susurró Jimin con desprecio.

---Ya no te atormentes con eso Minnie, todos aquí sabemos que tu eres el mejor. ---Tae trato de consolarlo, sabía cuánto había trabajado Jimin para ser el mejor.

El no era poseedor de ese lugar, por que se negó a ser la puta de Taemin, le parecía un hombre tan despreciable.

---No te preocupes Tae ---Le sonrió más calmado. ---Voy a terminar de arreglarme.

---Ok, te aviso cuando sea tu turno. ---Tae salió de la habitación.

Jimin comenzó a peinar su cabello, al pasar el peine se encogió de hombros por el repentino dolor al costado izquierdo de su cabeza. Dejó el peine sobre el tocador y abrió su cabello, la enorme cicatriz que tenía oculta se miraba de un color rojizo, recorrió la extensión de esta con su dedo índice notando lo sensible de su piel.

---Lo siento tanto ---Susurró para si mismo.

Esta le había quedado después de ser arrollado por un auto, no es que Jimin se disculpara por haber sido el culpable, por que tanto el como ocupante del auto habían sido las víctimas de un ebrio. Este se había cruzado el semáforo en rojo y la otra persona por evitar el golpe; no se dio cuenta de que en ese instante Jimin cruzaba la calle con sus audífonos puestos, trato de esquivarlo, pero le fue imposible; lo golpeó haciendo que Jimin saliera disparado y golpeara su cabeza de lleno contra el asfalto, mientras su auto chocaba contra una enorme barda que se derrumbo sobre el aplastando el coche casi en su totalidad y haciendo que el conductor perdiera la vida al instante.

---Eres un chico afortunado ---Le había dicho el médico cuando despertó ---No cualquiera sobrevive a un traumatismo tan fuerte.

Jimin cerró los ojos y pensó que tal vez si el no hubiera cruzado la calle en ese instante, el conductor no habría muerto.

---Debería disculparme con su familia ---Dijo con aflicción, pero cual era el punto de eso, para empezar ni siquiera sabía el nombre de la persona que perdió la vida, en esos momentos no quiso saber nada, no leyó periódicos ni vio noticias sobre eso.

---Minnie, sales en cinco minutos ---Le anunció Tae.

Se levantó de la silla y tomó su característica máscara, esta le tapaba de la naruz hacia arriba; nunca los trabajos su rostro completo, le daba pánico que alguien lo reconiciera y lo juzgará mal por su trabajo, siempre lo hacían, varias veces le habían pedido servicios sexuales y le se había negado al instante, "Si fueras tan decente como dices, no estarías bailando para los hombres y mostrando tu cuerpo con descaro" le había dicho el tipo que rechazo.

El sabía que no era un cualquiera y con eso le bastaba, pero aun que lo negara, le había dolido más de lo que debería lo que aquel hombre le había dicho.

Se colocó la máscara y respiró profundamente antes de que las cortinas que lo separaban del escenario se abrieran.

---Aquí voy --- Se dijo así mismo.

---Aquí voy --- Se dijo así mismo

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