CAPITULO 30: Decisión

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Me había sentido extremadamente cómoda el dormir así con Edward aunque se fue antes de que me diera cuenta, no pasó nada pero me había encantado pasar la noche con él y conversando sobre muchas cosas, aunque eran temas que no era de mi agrado pero otros eran sobre cosas sin sentido como las películas o libros que nos gustaba

Sinceramente se ofendió un poco por no conocer varias de las películas más famosas que según él tenía que ver como la vieja guardia, Mother o Don’t look up comento algo sobre que teníamos que verlas para que supiera sobre películas aunque lo mío no era mucho de películas era más las series, solían ser más largas aunque me comento que había una que seguro amaría ver que había escuchado cosas muy interesantes

Escucho como tocan la puerta de mi habitación que me logra sacar de mis pensamientos, me levanto para abrir la puerta y observar a Carlos quien tenía un rato que había llegado, Edward no se había ido una vez que había asegurado que yo estuviera a salvo, se había quedado preocupado con el asunto del extraño hombre que había entrado en la mansión

—Señorita Esmeralda espero que no la haya despertado ¿Puedo pasar? —su rostro denotaba que estaba inquieto y algo preocupado ¿Habría pasado algo?

—Apenas pude dormir anoche con todo lo que paso—me siento en la cama invitándolo a entrar con la mirada lo cual hace— ¿Cómo van las cosas con Brayan? —sabía que no había pasado nada pero igual quería preguntar

—De eso quería hablarle—frunzo el ceño al sentir una leve corriente recorrer mi cuerpo y su rostro no ayudaba mucho—Pero antes quería informarle sobre el altercado que sufrió anoche, sé que las cámaras no captaron nada por el corte de electricidad que parece que alguien lo provoco quien debió ser el mismo hombre que menciono anoche

—Lo supuse Carlos, no hay que ser un Einstein para descifrarlo ¿Pudieron dar con él? —ya tenía problemas suficientes en mi vida para incluir otro mas

—Lo sé pero aparte de eso parece que se llevó unas grabaciones de los últimos días o al menos una copia y entro en el despacho del joven Brayan aunque no parece haberse llevado algo de importancia

— ¿Gilberto sabe de lo que paso anoche? —lo veo asentir, le pareció extraño que él no fuera el que estuviera con ella, explicando seguro los nuevos protocolos, se había mostrado interesado porque yo estuviera bien—¿Paso algo?

—Sé que él es que está a cargo de todo pero tuvo algo que atender sé que yo…

—No me malentiendas, sé que solo quieres ayudar es que él ha estado muy interesado en lo que piense pero ahora entran en la mansión y no esta

—Está ocupado en el hospital, sé que se encargó de la luz y bueno también la nueva seguridad—Quien diría que Edward iba a poner de cabeza al pobre de Gilberto que últimamente lo que había hecho era ayudar

—Supongo que cambiaran las horas de recorrido y todo eso ¿Tendré uno personal? No me gusta mucho que me vigilen

—Yo me encargare de su seguridad, antes solía cuidar de su padre me pago algunas clases de defensa porque solía sentirse incómodo con esas cosas, creo que se parecen en ese aspecto—sonrió al escucharlo, quizás me parecía a mi padre más de lo que yo creía

—Interesante saberlo, no me molesta si eres tú pero nada de estar cerca 24/7

—No se preocupe, ni siquiera me va notar pero aun investigamos que buscaba ese hombre, quizás tenga que ver con usted y tenga conexión con su primo

—Está claro porque hasta donde se odio a todo la población a excepción de 7 personas menos—lo veo—8 si te cuento a ti—me sonríe—No creo ser yo la del enemigo pero seguro solo se aprovechan de la inconciencia de Brayan, ya había tenido un atentado antes ¿no?

Los secretos del gorriónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora