CAPITULO 11: Reuniendo piezas

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El rostro de Angel estaba impasible no podía saber que estaba pensando pero no parecía molesto era algo, pero si lo estaba ¿Por qué lo estaría exactamente? Porque si era pareja de Esmeralda o porque él no quería que se acercara a ella aunque si no eran pareja, era notable que se llevaban mejor

—Aún sigo pensando en si entiendes el término de la palabra rehén porque si quiero puedo irme en cualquier momento—lo veo desafiándolo con la mirada mientras sonreía— porque yo decido que preguntas te quiero responder

Ya había pasado 2 años desde que se había ido y la información que tenía Angel no la sabia, mucho menos de que la lado estaba aunque se llevara bien con Esmeralda no sabía si aún estaba en contra de ayudarla

No quería darle más información de la que ya sabía porque lo menos que quería era involucrarlo, él sabía muy bien las vueltas que daba la vida y su deber era estar preparado para cualquier tipo de situación

—Entonces no sería el término correcto ya que veo que no piensas ceder ¿Socios? Ese te parece, es más interesante

—Amigo no sé si tiene pleno conocimiento de esa palabra pero si es así ya que tú eres el interesado deberías mostrar tu primera carta para comenzar el juego

—Ya usas esos términos—lo veo cruzarse de brazos—me gusta

—Es lo que sucede cuando pasas mucho tiempo con una persona y no hablo de ti

—Debo suponer que es aquella mujer con la que hablabas en la tarde

—Supones bien, a pesar de todo si me estabas prestando atención, cuando te note muy cómodo con cierta chica—bien él no era una persona insegura y los celos solo aparecían en esas clases de personas ¿Por qué se estaba dejando llevar? Ni siquiera eran algo ¿Cómo pelear por algo que no es tuyo? Además las personas no eran objetos para pelear por ellos

—Por supuesto me encomendaron cuidarla muy bien y es lo que estoy haciendo porque mi deber aún continúa porque ahora que tienes lo que quieres me pregunto si aún tienes el mismo interés o solo lo dejaste porque cambiaste—frunzo el ceño al escuchar eso, él no era esa clase de personas

— ¿Cambiar? ¿Solo porque me gusta una chica? Porque eso es lo que supones y por eso tu pregunta de Esmeralda—Me cruzo de brazos dándome cuenta de mi error—Por esa razón muchos te consideraban un mujeriego pero la realidad era otra, las personas juzgan con la mirada pero no saben que esas pueden ser un buen arma si sabe utilizar bien igual que el oído, es por eso que debemos saber utilizar bien todos nuestros sentidos—me acerco que parecía algo sorprendido por mi cambio, hasta ahora me encontraba inseguro— ¿Tienes novia?

—Un momento—lo veo alejarse—Ahora yo soy el intimidado aquí ¿Por qué pasamos hablando de socios y Esmerada a el tema de mi nueva pareja?

—Porque supones que tengo una y si quieres llevar las riendas de la conversación, te dije aprende a jugar bien tus cartas ¿Esmeralda aun te sigue ganando?

—Aprende más rápido de lo que aparenta y tomare el consejo, olvidaba lo astuto que eres y si me distraigo pierdo—me alejo tomando asiento

—Es bueno que lo tengas en cuenta y ya que respondiste mi pregunta, hare la siguiente ¿Quién es la chica?

—Un momento, aun no me dices quien esa mujer con la te abrazabas y yo pregunte primero, es justo que respondas porque tu más que nadie sabes que no debes jugar con los sentimientos de una persona y es mejor ser claro, prometiste algo que debes arreglar si no pretendes cumplir—la única promesa que no había cumplido era ayudar a Esmeralda

—Un paso a la vez pero eras el menos interesado en el tema

—Ahora puedes ver que estoy muy interesado—No sé si estábamos hablando del mismo tema así que mejor era aclararlo

Los secretos del gorriónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora