Los secretos del gorrión

CAPITULO 26: Estrés

A pesar de que había estado teniendo mucho trabajo mi tiempo que pasaba con Esmeralda era la mejor parte de mi vida, aunque aún no me encontraba en buenas condiciones con mi madre pero a pesar de todo había estado preocupada por ella, no es que no le gustaba Esmeralda simplemente no estaba dispuesta a aceptar el riesgo que representaba para mi

Mi investigación aun no avanzaba nada, me había quedado estancado la mujer aun no quería confesar quien la había contratado pero esta vez había logrado conseguir que mi hermano me ayudara en el interrogatorio que tendría ese día, ya teníamos una pequeña estrategia en mente, ya pronto seria su juicio a puertas cerradas así que era su última oportunidad para interrogarla

—Oliver ¿De verdad crees que esto funcione? —mi hermano me ve levemente sorprendido de mis palabras

—Nunca ha dudado de tus decisiones ¿Por qué de la nada piensas que fracasaras? Pensamos juntos esta estrategia ¿no? —si me había vuelto un poco inseguro respecto a ese caso

—Sabes que no es cualquier caso, siempre he estado seguro de mis habilidades pero Esmeralda me importa y mucho—lo veo sonreírme y tomarme del hombro

—Funcionara si no lo haces juntos pensare en un plan Z si es necesario

—Tampoco es que fracase tanto—me sonríe y lo sigo hasta la sala de interrogatorio donde se encontraba ella, podíamos verla en unas pantallas, parecía tan segura como desde que llego

— ¿Esta lista para que entremos?

—Por supuesto señor, puede proceder— suspiro para detallar todo lo que haríamos en mi mente y seguir a mi hermano

—Buenas tardes señorita Zambrano—Ambos nos sentamos frente a ella

— ¿Qué tiene de buenas cuando solo estas esperando tu sentencia de muerte?

—Yo no diría que le dieran tal sentencia, solo varios años en prisión y con sus delitos son mucho, incluso calculo que hasta ahora no se ha termino de investigar por completo el resto de sus delitos pero con lo que tenemos pasara su tiempo en prisión, es una pena que su juventud se desperdicie

—Que gracioso ¿Cuál era su nombre?

—Qué vergüenza, olvide presentarme, soy el fiscal a cargo de su caso Oliver Suarez y el oficial a mi lado es quien está a cargo de la investiga de su clínica, espero que la recuerde aunque ha negado tener que ver con ella pero según las pruebas del oficial está muy vinculada

—No pienso decir nada sin mi abogado presente ¿Dónde está?

—Bueno hace poco dejo el caso, hace poco me enviaron la información, el estado le asignara uno si no logra contactar con uno

—Ya me leyeron mis derechos ¿Va ir al punto? O quizás intente adivinarlo—era una persona muy pertinente pero siempre había un punto débil en las personas como ella

—Vamos puede intentarlo, estoy impaciente por escucharlo

—Van hacer la versión del policía bueno y del malo, terminara proponiéndome algún plan para que los ayude a entregar al que supuestamente es mi jefe para ponerme entre la espada y la pared donde mi única salida será su opción ¿Me equivoco señor Suarez? —rio suavemente porque era algo que hacían en las películas, sonaba a algo que diría Esmeralda— ¿Dije algo gracioso Oficial?

—La verdad si—quizás si me estaba saliendo del plan que tenía con mi hermano—Es que parece una persona tan arrogante que se cree superior a los demás y que tiene a todos en la palma de su mano cuando depende mucho de las personas según su perfil ¿Me equivoco? —la veo sonreír