Ya había intentado con todas las fechas que recordaba y los nombres pero no se trataba de ninguno de esos, hasta habían intento pensar como si primo por si había cambiado la clave pero nada de lo que se le ocurría funcionaba, necesitaba saber que había en esa caja algo le decía que eso era lo que Edward estaba buscando
—No puede creer que este tan cerca—tenía que salir antes que Carlos entrara para buscarla para ver cómo se encontraba, Edward le dijo que no debía comentar nada de lo que estaba pasando por precaución—Tendré que pensar otra manea para volver entrar—me rindo para colocar el cuadro donde iba y regresar el libro donde lo había encontrado, le hecha una última revisión al lugar pero a aparte de la caja fuerte no había conseguido nada fuera de lo normal a excepción del desastre que había en la habitación
Aun se preguntaba si su padre sospechaba algo de su primo, no recordaba mucho de la relación que tenía ¿Quién podría saber de eso? Carlos una vez le había mencionado que habían cosas que no cuadraban antes pero no le había contado más nada ¿Había tenido miedo de decirle? Tenía que preguntarle
Con en ese pensamiento sale de la habitación asegurándose de que se encontrara como la había encontrado, se dirige a la cocina para buscar algo de comer encontrándose con Carlos bebiendo jugo ¿Cuándo había entrado? ¿La había visto en la biblioteca y no se había dado cuenta?
—Señorita Esmeralda llegue a pesar que tendría que subir por usted, ordene el almuerzo—noto que en la mesa se encontraba una caja de pizza— ¿Quiere comer aquí o la subo a su habitación? —no parecía que la hubiera visto
—Aquí ¿Me acompañas? —lo veo sonreírme y sentarse, yo lo imito para verlo servirme lo mismo que él bebía—aparte de nosotros ¿No hay más nadie en la casa? —tomo un trozo de pizza intentado parecer casual
—La seguridad como siempre, el personal como sabe no trabaja el fin de semana—asiento al ver como toma un trozo de pizza— ¿No quiere salir? Suele hacerlo por las mañanas pero hoy desistió de esa idea—Albert y Angel estaban ocupados además había querido usar esa oportunidad para investigar sobre las intenciones de Brayan
—Lo sé pero no tenía muchas ganas de salir, mis amigos están ocupados hoy
— ¿El joven Edward estaba ocupado? ¿Cómo van las cosas? —no le gustaba que supiera tanto sobre sus relaciones pero era algo inevitable
—Ahora que trabaja casi no hablamos por eso decidimos pasar de iniciar algo, igual no estoy en una posición donde me pueda permitir hacer algo, es más le dije que se olvidara de todo el asunto, hare lo mismo
—La última vez que converse con el me dejo en claro que no lo iba a dejar de lado, no debería ser tan terca, déjese ayudar—Edward había confiando en Carlos, ella también pero no sabía porque en ese momento comenzaba a dudar de el
—Deja el tema—le sonrió—Quería hacerte unas preguntas—dejo mi comida para verlo seriamente—Haz trabajado por años para mi familia así que asumo que sabes mucho sobre lo que pasa en ella incluso más que yo
— ¿Qué quiere saber exactamente? El joven Brayan es muy precavido
—Lo se aun así seguro hay cosas que sabes que yo ni sospecho
—Depende a que se refiera señorita Esmeralda ¿Qué busca de mí?
—Información, vera es que desde hace un tiempo me di cuenta de que cuento con algo que llaman lagunas mentales ¿Sabe que es?
—Por supuesto, se supone que mezcla algunos recuerdos y olvida otros, me parece que son efectos del medicamento que tomaba
—Muy bien informado, como he dejado de tomarlas mi mente está un poco más clara, hasta había olvidado algunas sensaciones, como el rencor que le tenía a mis padres y lo confundí con cariño
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Los secretos del gorrión
RomanceSEDUNDA PARTE DE LA SAGA DEL GORRION Miedo esa siempre ha sido la única palabra en mi vocabulario, el pensar más allá de mis miedos nunca ha sido una opción, aferrarme a ellos es lo único para mí no existe otra opción Pero en los últimos años ellos...