capítulo cuatro: Nostradamus

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Es la hora de comer, y Eva nota los pequeños bocados que Nostradamus le da a su comida, con la que luego juega, sin comer casi nada. Después de un rato el chico parece notar la mirada de su madre, pero decide ignorarla.

El francés lleva su plato a la cocina, siendo totalmente consciente de que su madre lo está siguiendo en todo momento.

—No has comido casi nada, ¿estás bien?— le pregunta la rubia a su hijo, un poco alarmada por su inusual comportamiento. El chico simplemente asiente con la cabeza y se va a su habitación, sin si quiera mirar a su madre, lo que la enfada un poco.

Aún así, Eva sabe que su hijo no está pasando por un buen momento, así que decide subirle sus galletas favoritas. Cuando entra a la habitación del menor lo encuentra tumbado en la cama, mirando al techo.

—¿Estás seguro de que estás bien? Mira, te he traído galletas.
—Merci, mais je n'en veux pas pour le moment.— le responde su hijo en francés. Al principio le cuesta un poco traducirlo, y cuando lo hace sabe que dice que gracias, pero que no quiere ahora mismo. Aún así, la mujer le deja las galletas en su mesita de noche.

Nostradamus la mira con enfado, y es entonces que su madre puede apreciar su cara con más detalle. Sus ojos no están llorosos, sino que parece más bien estar enfadado. Eva no sabe si es con ella o con él mismo, y tampoco quiere preguntar.

—Si quieres-
—Laisse-moi seul.— demanda el joven, enfadando aún más a su madre por la falta de respeto. Ella está perdiendo su paciencia, pero sabe que no es culpa del chico, entonces decide irse para calmarse.

Unas horas después vuelve a entrar, y ve que Michel sigue en la misma posición, sin dormir ni nada por el estilo. Su mirada sigue en el techo, pero Eva aprecia que hayan desaparecido la mitad de las galletas del paquete.

—Ah, mamá, lo siento mucho por haber sido tan borde antes.— dice Nostradamus, que ahora se muestra un poco más tranquilo, calmando también a la de ojos azules.
—No pasa nada, lo entiendo... ¿qué ha pasado?— pregunta ella por mera curiosidad.

Su hijo parece dudar algunos segundos, como si no le quisiera contar nada, y parece debatir mentalmente. Nostradamus frunce su ceño, poniendo una expresión confundida, y simplemente sacude su cabeza.

—No hay problema si no quieres hablarlo, mi amor, puede ser un secreto tuyo— dice Eva después de ver la confusión de su hijo, y éste parece agradecerlo, pues se levanta de su cama y la abraza.

Se quedan así por un par de minutos, hasta que Michel se aparta de ella repentinamente.

—Mamá, te quiero mucho, no lo olvides.

Y por algún motivo ahora la que llora es Eva. Esas palabras le han llegado al corazón, pero su hijo cree que es algo negativo y la abraza de nuevo, mostrándose arrepentido.

—No, n-no es malo, hijo, yo solo...— intenta hablar la rubia, mas está sin palabras, así que se limita a abrazar a Nostradamus con el mismo cariño que él la abraza a ella. —Yo también te quiero mucho.

Cuando se vuelven a apartar Eva toma nota mental de la apariencia de su hijo: sus rubios cabellos están despeinados, sus ojos azules están vacíos y al mismo tiempo llenos de emoción, su piel está un poco más pálida de lo normal y su atuendo está completamente arrugado. Ella peina su pelo con una mano, mientras que con la otra agarra su mejilla.

El joven francés, no tan acostumbrado a este tipo de afecto, se muestra sorprendido y alarmado, y no sabe qué hacer exactamente.

—Eres el niño más guapo del mundo, no, ¡del universo!

Eso hace que su hijo estalle, sollozando sin consolación y cerrando sus ojos. Eva simplemente lo abraza y le susurra cosas bonitas al oído, que le llegan al corazón.

—Maman, tu es la meilleure qui soit...— le dice Michel en su lengua natal, sabiendo que ahora mismo las palabras adecuadas en otro idioma no saldrían de su boca. —Ne change jamais, tu es incroyable...

Eva entiende algunas palabras sueltas, como que le ha dicho 'Mamá' y que 'es increíble'. Ella, halagada, acaricia y besa la cabeza de su hijo con lágrimas en sus ojos.

Aunque la madre no sabe qué le ha pasado a su hijo para que evite la comida, ahora sabe que por lo menos puede desahogarse, pues las incontrolables lágrimas que salen de sus ojos están cayendo sobre su hombro.

Nostradamus llora todo lo que puede hasta que le da una irremediable sed, así que le pide a su madre un vaso de agua, y ella va a traérselo.

Pasan aproximadamente diez minutos para que Eva vuelva, confundiendo a su hijo, pues cree que ir a la cocina a por un simple vaso de agua le habría tomado dos o tres minutos. Aún así, agradece que al final se lo haya traído y se lo bebe entero.

Su madre decide volver a llevarse el vaso, y tarda aún más en llegar a la habitación de nuevo.

—No hace falta que estés aquí conmigo, lo sabes, ¿verdad?— pregunta Nostradamus, a lo que la mujer asiente.

—Si ese es el caso entonces tengo que irme, hijo, me han llamado los de la empresa para decirme que hay una reunión urgente.

Entonces Eva se marcha de la habitación, dejando a Michel solo una vez más. El francés se dedica a mirar al techo durante algunos minutos, ya que no tiene su teléfono, y después de una muy larga media hora decide dormirse.

Cuando se despierta está algo confundido, pues no sabe muy bien cómo se llegó a dormir tan rápido el día anterior. Aún así, decide salir de su habitación a desayunar, y cuando llega a la cocina ve a todos sus hermanos allí.

—Buenos días, Michel, ¿cómo has dormido?— cuestiona Kojiro mientras le deja un plato con una tostada y un café con leche delante al más pequeño, que acepta el alimento con gusto.

—Bien, demasiado bien, ¿qué hora es?

—Son las once de la mañana, y si te dormiste cuando mamá Eva salió de tu cuarto habrás dormido unas buenas catorce horas.

Esto deja al joven francés sin palabras.

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"Laisse-moi seul" - Déjame solo
"Maman, tu es le meilleure qui soit" - Mamá, tu eres la mejor que existe
"Ne change jamais, tu es incroyable" - No cambies nunca, eres increíble

No sé si estarán bien hechas las frases en francés, me ayudé con un traductor y el poco conocimiento del idioma que tengo (básicamente nulo).

✶﹑¡𝐌𝐀𝐌𝐈 𝐄𝐕𝐀! | SNVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora