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Después de la pequeña explicación que Tom le había dado a Emily, la cosa se puso un poco acalorada, una cosa llegó a otra y terminaron teniendo relaciones.

Pero mientas los dos enamorados hacían sus cosas, Kylie habia imbestigando donde vivía la novia de Tom, cuando lo supo se puso en marcha a la dirección que le habían compartido.

Llegó la rubia hasta la privada donde la castaña vivía, al llegar a la caseta de la puerta de entrada un guardia uniformado se acercó a su auto, ella bajó la ventana y sonrió forzosamente.

- Buenas tardes señorita, en que le puedo ayudar? - Su tono de voz sonó sofisticado y muy formal

- Emm, si, estoy buscando a la señorita...- Miró un papel con el nombre de la castaña - Señorita Emily, pero no llame a su casa solo déjeme pasar, será un asunto rápido...verá su madre me envió, la pobre señora está muy enferma y me pidió que le dijera a su hija - Puso cara de tristeza y miró con lastima al guardia

- Pero y- - Fue interrumpido al querer hablar y explicarle que no podía dejarla pasar sin la autorización de la persona a la que buscaba

- ¡Por favor, es un asunto de vida o muerte, señor! ¿Dejará que la madre de Emily muera y no esté enterada? Por favor déjeme pasar - Sus ojos se llenaron de lagrimas falsas y el señor no tubo de otra más que abrirle la puerta

La rubia entró victoriosa y rápidamente condujo hasta la casa de la castaña, se aparcó frente a la residencia y caminó hasta la puerta después de haber bajado del auto.

Mientras tanto, Tom y Emily estaban recostados sobre el sofá de la sala dándose leves caricias sobre su piel desnuda, cuando de pronto escucharon sonar el timbre, Tom de inmediato supo de quien se trataba.

- Emily - La llamó el de trenzas en un susurro y esta de inmediato lo miró mientras se levantaba del sofá - Estoy seguro de que es Kylie, demosle un poco de celos - La atrajo a el para darle un beso profundo y segundos después cuando se separaron le indico que solo se pusiera su gran camiseta y su bragas para hacer enojar a Kylie

Cuando estuvieron semi vestidos, la castaña se acercó a la puerta y la abrió con tranquilidad topándose con una rubia que mostraba una sonrisa notablemente falsa, pudo ver como la rubia se sorprendió al verla utilizando la misma camiseta con la que había visto a Tom hacia almenos media hora.

- Hola, Emily cierto? - Intento sonar amable pero entre su voz se filtraba la rabia que sentía al saber que ella era la que le había quitado a su Tom

- Emm, si - Asintió sonriente la castaña

- Ah si bueno, eh venido a platicar contigo sobre una situación bastante fuerte sobre Tom, supe que el es tu novio y es muy importante que sepas esto - Emily asintió nuevamente apretando los labios para tratar de no reírse - Es que Tom... - Hizo una pausa

- Que yo que? - Sonó una tercer voz detrás de Emily y la rubia pudo sentir su sangre ponerse caliente de la rabia cuando miró al de trenzas detrás de Emily, este tenia el torso desnudo y los labios hichados y rojos

- Ohh, amor, te dije que me esperaras un segundo - Le susurró lo suficientemente alto como para que la rubia escuchara

- Es que no puedo esperar para el segundo round - La tomó por la cintura apretandola con fuerza mientras se acercaba a ella y la besaba profundamente, mientras tanto la rubia los miraba con rabia, después de almenos 5 segundos besándose, se separaron y miraron a la rubia - Emm, lo lamento Kylie, ya le conté la verdad de lo que paso entre nosotros - Esta los miro de Emily a Tom y sucesivamente - Nos podrías esperar 10 segunditos? - Cerraron la puerta de la casa y la rubia se quedo esperando a que volvieran a abrir la puerta

- Viste como se quedó? - Sonrió Emily y Tom se acercó a su oreja para susurrarle algo

- Amor, tienes que gemir mi nombre - Sonrió al igual que Emily

- Esta bien...pero algo tiene que provocar mis gemidos... - Habló jugetona - tengo ganas de que me hagas un chupeton, aprovechemos la oportunidad - Dijo eso y el de trenzas se abalanzó atacando su cuello con fuerza haciéndola suspirar y gemir, pero para exagerar las cosas, gimió muy alto el nombre de el de trenzas - ¡Ah...Tom...oh Dios mio!¡Tom! - Gimió y la rubia que se encontraba afuera quien habia escuchado a la perfeccion el gemido de Emily, quizó entrar y golpear a la castaña contra el piso, pero en su lugar solo le dió una patada a la puerta maldiciendo por que se lastimó el pie, se dio la vuelta y se marchó a toda velocidad en su auto

Tom se separó de Emily y comenzaron a reír a carcajadas por que ambos habían escuchado a la rubia maldecir por haber golpeado la puerta.

- Al parecer tenia hirviendo la sangre - Habló entre risas Emily mientras se apoyaba sobre el pecho de Tom, el cual vibraba a causa de la risa

Después de todo lo que pasó, el de trenzas
pensó que sería una buena idea salir de fiesta junto a su novia después de casi 4 meses sin salir de fiesta, así que quedo de de pasar por ella a las 9:00 de la noche para salir.

•••

Se llegó la hora acordada para salir y Emily vestía un hermoso vestido negro de cuero brillante con un escote y varillas en las copas que se amoldaban a sus pechos la tela del vestido pegada a su cuerpo que le resaltaba el trasero y sus curvas, también llevaba unas votas punck de combate color negro que la hacían ver almenos dos centímetros mas alta, su cabello perfectamente planchado, sus labios pintados con un gloss color cafe chocolate, sus pestañas rizadas y con rimel y por último sus ojos decorados con una sombra negra solo en la orilla de su parpado.

Pudo escuchar el timbre de su casa sonar y supo de inmediato quien era, bajó hasta la puerta y la abrió encontrándose con Tom quién la miraba sonriente.

- Hola! - La saludó dejando un beso sobre sus labios - Nos vamos? - Ella asintió con la cabeza y se aseguraron de que la casa estuviera cerrada para después subir al auto de Tom y dirigirse hasta la discoteca donde irían

Durante el camino se la pasaron charlando como de costumbre, cosas muy raras eran sobre las que platicaban, minutos después llegaron a su lugar de destino y sin ninguna molestia, aparcaron el auto y entraron a la discoteca como acto siguiente.

Al entrar tomaron asiento en unos de los sillones que estaban por el lugar, no notaron nada raro hasta que Emily cruzó miradas con alguien que no estaba tan contenta por ver a la castaña ahí...

©𝙀𝙣 𝘼𝙡𝙜𝙪́𝙣 𝙊𝙩𝙧𝙤 𝙈𝙪𝙣𝙙𝙤;Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora