C. 24 Una señal

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Ambas doctoras miraron hacia el gato que se acicalaba en la ventana sin mucho interés en lo que decían – pst pst pst gatito gatito – llamo Kara a su esponjoso gato naranja que se dejo tomar para quitarle el collar – necesitamos saber a dónde van las imagenes –

– zoi, Rastrea la ubicación del receptor – ordenó Lena a si IA

–negativo... la señal es interrumpida y enviada a la antena de recepción ubicada a 15.30 metros – Lena miró a su alrededor y fue hacia la ventana de la escalera de incendios, al menos había 15 metros de distancia atravesando la casa de kara, entonces vio la caja de internet pegada a la pared emitiendo una luz intermitente verde

–kara, aquí – señaló Lena a la caja receptora que se había colocado deliberadamente en ese lugar

– esa antena se colocó el día que pusieron las alarmas contra incendios hace como tres meses – dijo la rubia quitando la de la pared, las fechas no concordaban – necesito un desarmador – Kara corrió a su caja de herramientas que se ubicaba debajo de su lavabo

– tenemos que quitar la batería – dijo Lena mientras miraba como el gato volvía a saltar hacia la ventana – Kara... mira–

Las dos vieron como el esponjoso gato saltaba varias escaleras y pisos atravesado el florido jardín hasta llegar a la ventana de enfrente, un tipo castaño lo tomaba acariciándolo y revisando su cuello mientras miraba hacia la ventana de Kara y saludaba

–maldito – Ambas bajaron hasta la recepción, atravesaron el pequeño jardín que separaba ambos edificios subieron a donde el gato había entrado en el segundo piso en tiempo récord – bien ya estamos aquí – dijo kara mirando a su novia

Lena asintió mientras tocaba el timbre – hola – contesto el castaño aún con el gato en sus brazos – ¿Puedo ayudarlas?– el joven no pasaba de los 20 años miraba ambas con sorpresa y una enorme sonrisa pintada en su rostro

–ahm... creo que tienes a mi gato – dijo la rubia esperando a que funcionará su plan, tenían que saber porque ese tipo las espiaba

–¡oh! Creo que él nos ha estado engañando a ambos... mi nombre es Finn – fijo saludando de mano a ambas – vivo aquí con mi novio Peter –

–yo soy Kara y ella es mi novia Lena... nuestro gato ha tenido descendencia –

–oh claro vienes por una pensión alimenticia – dijo bromeando

–realmente no, yo solo necesito una respuesta... mira tengo un año viviendo en ese apartamento y ese gato siempre estuvo ahí, pensé que no tenía dueño –

–finn ¿Quien era? Ow! Doctora Danvers – saludo el chico rubio a su profesora de física mientras llegaba junto a su pareja

– señor Heins, no sabía que vivía aquí – dijo kara mirando a su alumno más destacado

–mi tia murió el año pasado y me heredó este apartamento, pasen por favor –

–oh no era nuestra intención molestar, solo pensé que era buena idea saber a donde había ido nuestro gato – se disculpó Kara mientras su cabeza trataba de encajar todo en su lugar

–apenas lo adoptamos, el vino solo – dijo Peter

– tu profesora dice que ha tenido gatitos – mencionó Finn

– pensé que era macho –

–es macho, ella es la madre – Lena sacó su celular para mostrar a la gata gris de ojos azules y sus gatitos bebés –

Si dios quiereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora