Si dios quiere

C.35 Contigo o sin ti

–¡¿Qué?! – pregunto la rubia con toda la incredulidad posible

–kara me siento con la responsabilidad civil de ir a Vancouver y rescatar a mi madre y a tu padre, tu jamás debiste haberte inmiscuido en esto, no debí dejar que fueras más allá en esto –

–¿pero?... ¡¿qué?!–

–no me hagas repetirlo –

–me queda claro que piensas que puedes detenerlos lena, pero no estas tratando con gente normal, son unos mafiosos sin escrúpulos y harían todo por conseguir su cometido, no podemos hacer nada solo cooperar con los policías aunque aún no confiemos en ellos –

–si no confías en ellos ¿porque quieres trabajar con ellos? Es ilógico – dijo lena caminando de un lado a otro –mira kara... iré quieras o no, puedes apoyarme en mi decisión o puedes no estar de acuerdo, pero cualquier cosa que opines yo ya no puedo estar aquí esperando a ver qué ocurre –

–no quiero que vayas – grito la rubia mientras se levantaba y se colocaba la bata de dormir – yo también quiero saber donde esta mi padre lena, ¿qué crees que siento cuando sorprendo a mi madre llorar a solas en su habitación? ¿Qué crees que siento cuando Alex dice que le hubiese gustado que mi padre hubiera conocido a sus hijos? ¿imagínate que siento porque no va a estar el día de mi boda? ... Entiende lena, es muy peligroso ir ahí.... no deberíamos de arriesgarnos así –

–por eso iré yo sola kara... –

–no voy a permitir que vayas – dijo apretando lo mas que pudo su garganta para no dejar salir su llanto, no quería que lena se alejara a pesar de que su padre estuviera en peligro, sonaba egoísta pero no se sentía capaz de poder resolverlo –recapacita, vamos a esperar a ver que puede hacer Frank –

–lo siento, ya está decidido–

Kara al fin pudo dejar que las lagrimas cayeran sobre sus mejillas y que el coraje tomara camino por su garganta –bien... creo que ya no me necesitas – la rubia ingreso al baño para vestirse de nuevo mientras lena apenas podía digerir lo que había ocurrido ahí, vio como tomaba sus pertenencias y salía de la habitación para buscar a sus gatos, lena permaneció ahí hasta que la curiosidad le ganó, kara se había marchado dejando una nota sobre la jaula de Whitney y Houston, era la tarjeta de su veterinario donde podía dejar a sus mascotas en resguardo

–ZOI llama a kara – ordeno a su IA mientras corría por la casa y verificaba que estaba sola

–llamando a kara danvers.... Lo siento, teléfono y GPS fuera de servicio – lena corrió a la entrada donde se suponía debía de estar el auto de Sam y no encontró nada

–ingresa al teléfono del auto Tesla que estaba en la entrada –

–rastreando GPS y llamando al teléfono del tesla... llamada desconectada –

–vuelve a intentar–

–llamando.... Llamada rechazada –

La azabache suspiró sintiendo su corazón pesado como si fuera de hierro, acababa de perder a kara y con algo tan tonto e incierto como ir a buscar una aguja en un pajar – llama a Frank – dijo caminando hacia su habitación para hacer las maletas pertinentes

Como kara bien lo intuyó tuvo que dejar a Whitney y a Houston con el veterinario, se le partió más el corazón el haberlos dejado solos en ese lugar con la incertidumbre de no saber si iba a volver a verlos algún día, no fue fácil despedirse de ellos como no fue fácil despedirse de su papá con quien lloro amargamente sobre su regazo contándole todo lo que acababa de vivir con kara, dejo dos mensajes en su IA de repuesto ya que ZOI tendría que viajar con lena, uno era para lex y otro era para kara.