12.

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Se besaban con ansias, luchando por controlar ese beso cargado de tensión y pasión. Chiara soltó las mejillas de la pelirroja para apretar su agarre en la cintura atrayéndola más hacia ella haciendo que Violeta le mordiese el labio lentamente. 

Aquello encendió más a la ojiverde que solo podía concentrarse en la suavidad de los labios sobre los suyos, en las caricias que las manos de Violeta le dejaban en la espalda y como sentía la piel de los dedos a través de los pequeños espacios de su camiseta de encaje.

Por su parte, Violeta sentía algo en su interior que le pedía más, mucho más. No sabía si sería la sequía sexual en la que llevaba 5 años o otra cosa más profunda pero tampoco iba a pensarlo ahora. En ese momento, los labios de Chiara le parecían el completo paraíso, una botella de agua fría después de un caluroso día de verano, su salvación.

Violeta quería salir de ahí, quería irse con la morena al primer lugar donde poder terminar de explorar la placentera sensación que la estaba volviendo loca. Por un momento la idea de agarrarla de la mano y meterse en los baños cruzó su mente. Sintió como Chiara tomaba el control del beso pero pronto dejo de sentir ese cosquilleo en sus labios para sentir un cuerpo colisionando con el suyo.

-Dios, perdón. -Decía un Martin claramente borracho agarrando el brazo de Violeta. -Perdón, estoy buscando a Juanjo.

-¿Qué? -preguntó Violeta ya que no llegó a entender bien al vasco. Aún sentía la piel caliente de Chiara y ciertas pulsaciones en sitios no nombrables.

-Da igual. -dijo el chico girándose y caminando de lado a lado en su busca de Juanjo. 

Chiara se giró siguiendo con la mirada a Martin mientras que Violeta la miraba a ella. Tenía los labios rojos e hinchados y la falda arrugada y supuso que su estado no era mucho mejor. Estaban en un lugar público y si no hubiese sido por Martin habrían acabado follando en el baño. La cordura le volvió de golpe y sintió el pánico invadirla cuando Chiara se volvió a mirarla. Necesitaba alejarse de la morena, necesitaba pensar y la presencia de la chica no ayudaba.

-Emm... yo... voy al baño. -titubeó Violeta señalando en dirección a los baños.

-Sure... yes... -le respondió Chiara. La verdad es que la inglesa estaba quizás más rayada que Violeta. Había pasado de la preciada soledad de su piso a besarse con una semi desconocida en mitad de una fiesta post premios. 

Violeta le sonrió y se encaminó rápidamente hacia los baños. Agradeció mentalmente cuando vio que no había nadie dentro y puso ambas manos sobre el fregadero suspirando mientras se miraba al espejo. No sabía en que momento había perdido la red que adornaba su cabeza y tenia la falda totalmente de lado. 

-Pero, ¿qué haces, Violeta? -se preguntó a si misma para después pasarse una mano por la frente. La puerta se abrió de golpe y entraron Naiara y Denna. La rubia la miraba con las cejas levantadas mientras que la morena mantenía los labios apretados. -No quiero ni un comentario.

Fue lo que necesitó Naiara para romperse a reír ganándose un ligero empujón de Denna. -A ver Vio, que no pasa nada. -le aseguró la rubia.

-Doy gracias a Martin, no sé si podría haber borrado la imagen de tu corriéndote de mi retina la verdad. -dijo Naiara acercándose al espejo para retocarse el pintalabios.

-Pues bien que mirabas. -le dijo Violeta un poco borde para después mirar a Denna. -¿Lo habéis visto todo? -La rubia asintió y Violeta suspiró. -Mierda.

-Pero no te preocupes, iba todo el mundo lo suficientemente borracho como para tomaros en cuenta y estaba oscuro. -la tranquilizó Denna.

-Yo es que no se que ha pasado. -dijo Violeta recostando su cuerpo contra el lavado. -Estábamos bailando y de repente, no sé, estaba ahí...

Shadows.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora