Chiara removía el contenido marrón de la taza que Susana le acababa de poner frente a ella. Después de una comida animada por Tana y sus miles de preguntas sobre famosos y con Susana y Juan Carlos contando mil aventuras de las dos hermanas Hódar de pequeñas, ahora se encontraban todos sentados en el salón conversando animadamente.
Dahlia había caído rendida sin acabar el yogur de fresa que había rogado a su abuela que le diera de postre. La niña, ahora acomodada en los brazos de su madre, dormía despreocupadamente mientras Violeta le acariciaba los pequeños caracoles que adornaban su pelo. La niña se había acurrucado contra el pecho de Violeta escondiendo su cara contra ella.
-¿Te acuerdas aquella vez que Tana le quito a Violeta su muñeca favorita? -preguntó Susana a su marido.
-Uy si, menuda guerra dieron. -Contestó el hombre negando con la cabeza como si el recuerdo volviera para atormentarme. -Menudos pulmones tenía Violeta cuando lloraba.
-Así es ahora cantante. -rió Tana. -Yo no me acuerdo de eso.
-Pues yo sí. -dijo Violeta con tono resentido. -Era mi muñeca favorita y la arrastraste por todo el cortijo. -Tana no pudo evitar reírse siendo seguida por Chiara imaginándose a una Violeta pequeña enfadada.
-Es que siempre has sido una enfadica -protestó Tana. -No se podía jugar contigo, si no se hacía lo que tú querías, te enfadabas. -La menor de los Hódar miró a Chiara. -¿Sigue siendo igual de controladora?
-Uf -dijo Chiara en broma con una sonrisa malvada. -No sabes tú cuanto.
-¡Oye! -la riñó Violeta para acto seguido hacer puchero. -No mientas.
-Seguro que la obligas hasta donde y que comer. -siguió Tana con la broma y Chiara asintió.
-¡Oye! ¡No! -Violeta miró a su madre en busca de ayuda.
-Ves, una enfadica. -Volvió a intentar picarla Tana.
-Te recordaré este momento cuando vengas a pedirme dormir en mi casa cuando te apetezca ir a Madrid. -dijo Violeta alzando las cejas.
-Pues me voy a casa de Kiki, ya ves tú. -le respondió Tana encogiéndose de hombros.
Violeta dio por terminada la conversación sacándole la lengua a su hermana y bajando su mano para acariciar tiernamente la espalda de su hija. Chiara estaba sorprendida de que Dahlia no se hubiese despertado a pesar de que hablaban en un tono normal, aunque a decir verdad, ella también estaría plácidamente dormida con Violeta a su lado.
-Mucho vacilar a tu hermana pero aún recuerdo lo que lloraste el día que nació Dahlia. -se burló su padre.
-Por que a ella la quiero mucho, a su madre no tanto. -se intentó defender Tana.
-Ya, seguro. -dijo Violeta con una sonrisa triunfal.
***
FLASHBACK.
Una brisa suave acariciaba la costa granadina mientras el sol de la tarde se reflejaba creando preciosos destellos en el agua. El cielo, teñido de anaranjado, parecía querer fusionarse con el mar en el horizonte. A parte de las suaves olas chocando contra la orilla, el único sonido que perturbaba la tranquilidad de la playa, eran las risas de las tres chicas que jugaban en la arena húmeda, moldeando castillos torcidos y figuras irregulares que el agua lentamente iba deshaciendo con cada nueva ola.
Denna estaba concentrada en su castillo de arena, Naiara la había retado a hacer un castillo de arena y, como solía pasar entre ellas, ambas acabaron picadas, Denna porque Naiara se encargaba de que todas las torres que intentaba hacer se cayeran; y Naiara porque Denna era una experta en hacer castillos y no la podía dejar ganar.
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Shadows.
FanfictionVioleta había dedicado su vida a cuidar a los demás, siempre había priorizado el bienestar de su familia, en especial el de su hermana, por encima de cualquier cosa. Incluso, en el momento que podría haber cambiado su vida. Haber quedado tercera en...