Shadows.

17.

(+18)

El beso que había empezado siendo un dulce roce de labios rápidamente hizo subir la temperatura en ambos cuerpos. Las manos de Chiara, que en un principio se mantuvieron con un agarre suave en la cintura de Violeta, no tardaron en apretar la piel bajo sus dedos haciendo que la pelirroja se acercará más a ella. La inglesa no tardo en mover sus manos hacia la cadera de Violeta haciendo que se moviera lo suficiente como para que se sentara en sus piernas.

La motrileña se separó ligeramente de ella clavando su vista en los labios de la morena, rojos e hinchados por el intercambio de besos, para volver a besarla con pasión. Hacía demasiado tiempo que no tenía contacto con nadie y, al igual que en la noche de los Ídolo, cualquier roce de Chiara la volvía loca.

Sus labios luchaban por la dominancia en aquel beso, lucha que acabó en cuanto la lengua de Chiara rozo el labio inferior de Violeta haciendo que abriese la boca ligeramente cayendo a merced de la inglesa. Ella nunca había sido muy dominante en su relación anterior así que el hecho de que Chiara quisiese mandar hacía que las sensaciones que recorrían su ser incrementasen. 

Fue Violeta quien dio el primer paso quitándose la camisa marrón que estaba usando como chaqueta. Las manos de Chiara acariciaron la figura de la pelirroja deleitándose con las curvas que encontraba bajo su tacto. La inglesa se separó ligeramente, sus pulmones ardían por la falta de aire y, cuando iba a dirigirse de nuevo a sus labios, algo llamo su atención.

Un lunar perfectamente colocado en la base del cuello, junto a la clavícula, la llamaba a gritos y no tardó en acercar sus labios para saborear la piel de la pelirroja. En cuanto los suaves labios rozaron la piel de Violeta, esta reprimió un gemido moviendo su cabeza hacia atrás dejándole más acceso a la inglesa.

Chiara se tomo la acción de Violeta como una señal de que quería todo lo que estuviese dispuesta a ofrecerle. La inglesa deslizó su lengua desde la base del cuello hasta el lóbulo de la pelirroja mordiendo suavemente la piel de la zona mientras que movía la mano hasta llegar al culo que no dudo en apretar aún estando aprisionado en los vaqueros.

Violeta intentó cerrar las piernas cuando un aluvión de cosquilleos la recorrieron entera pero en especial a cierta zona entre sus piernas en las que podía empezar a sentir la humedad acumularse. Chiara sintió la tensión en las piernas de Violeta y sonrió contra la piel caliente de su cuello para después volver a dejar besos húmedos en la zona.

Su cuerpo reaccionó por si solo y comenzó un ligero vaivén con sus caderas intentando buscar algo de liberación. Chiara siguió su recorrido de besos por la piel caliente de la pelirroja, ahora besando el hombro de Violeta a la vez que bajaba el fino tirante de su camiseta arrastrando también la tira del sujetador.

La pelirroja movió sus manos para agarrar a la inglesa por la mandíbula para volver a besarla. Ahora sus labios se buscaban de una manera más agresiva y posesiva. Chiara volvió a apretar el culo de Violeta haciéndola gemir por la fricción contra los vaqueros y fue subiendo la mano lentamente hasta dejarla reposar justo en sus costillas.

-Kiki... -susurró Violeta cuando se separaron. -Por favor.

-Sure? -quiso asegurarse la ojiverde dejando besos en la mandíbula de la mayor.

-Sí.

Chiara volvió a besarla mientras que subía su mano lo suficiente como para poder apretar el pecho de Violeta. A pesar de haber sido por encima de la ropa, la pelirroja retuvo un gemido contra los labios de Chiara. Esta, ni corta ni perezosa, termino de bajar el tirante más de lo debido dejando expuesto el pecho que anteriormente estaba acariciando. Lo agarró pasando lentamente su pulgar por el pezón ya endurecido.