*[Para poder entender está historia leer el primero y el segundo libro]*
Ambos viviendo en un mismo edificio, era inevitable negar su extraña conexion. El amor surgiría entre ellos confirmando sus sospechas desde la primera vez que sus miradas se cr...
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Capítulo 2: "Juguete antiestrés"
Todos estaban reunidos la mayoría sentados en el sofá. Veían la escenificación de cierta araña y cierto nuevo inquilino que no era del agrado de Alastor, quien estaba sumergido en sus propios pensamientos sin prestar atención a la ridícula cosa que estaban haciendo.
Por lo que podía observar cierto gato tampoco estaba de buen humor y Nifty, bueno, él no sabía bien en pasaba por su cabeza en ese momento.
Miró de reojo a cierto arácnido y sonrió al ver lo irritado que estaba. Después de esa noche han logrado tener una convivencia muy amena y agradable. Todas las noches hablaban sobre cualquier cosa, ese chico era muy interesante.
—Voy a mi habitación—escucho de la nada decir al arácnido. Miró como Charlie felicitaba al nuevo inquilino y luego vio como el arácnido gachaba la mirada con clara tristeza. Se desvaneció y apareció detrás de él.
—Angel—dijo reposando su barbilla en su hombro. El chico se tensó y miro al ciervo, este lo miro con una carita inocente algo juguetona. El chico sonrió y acomodo algunos cabellos del ciervo, ambos se miraron por unos segundos. El ciervo se colocó a su lado y poso su mano por detrás en la cintura del chico. Sonrió y lo guío, y ambos subieron por las escaleras hacia la habitación del chico.
—¿Um?…al parecer Alastor se encariño de la arañita—dijo Nifty con una gran sonrisa. Husk quien estaba a su lado vio como ambos demonios se fueron. Era obvio la gran atracción de ambos, que a pesar de casi no conocerse conectaron de inmediato.
—Querido, tú actuación fue esplendida—dijo Alastor, él y Angel caminaban por los pasillos dirigiéndose a la habitación del segundo.
—Ja, claro…fue una completa ridiculez—dijo el arácnido cruzándose de brazos. El ciervo soltó una risita.
—Angel, en serio…estuviste increíble—el arácnido sonrió levemente. Ambos se detuvieron frente de la habitación del chico.
—Bueno…em—el ciervo se acercó al chico—¿Estás ocupado?—dijo inclinándose levemente. Angel sonrió y abrió la puerta.
—Pasa—dijo entrando a la habitación. El ciervo lo siguió y ambos entraron a la habitación. El pequeño cerdito del arácnido los recibió y Angel lo cargó entre sus brazos. Alastor recorrió el lugar con la mirada, la mayoría de la decoración de la habitación era rosada.
—D-Disculpa el desorden—dijo el arácnido soltando una risita nerviosa. Y si, había ropa tirada en el suelo y en la cama, hasta la cama de su mascota estaba desordenada.
—Tranquilo, querido. No me molesta—dijo el ciervo. Angel desvío la mirada con una pequeña sonrisa y se sentó en la cama. El ciervo también se sentó en la cama.
—¿Entonces hoy no trabajas?—dijo el ciervo mirando como el aracnido acariciaba a su pequeño cerdito.
—No…o al menos, Val no me ha llamado—dijo la araña—¿Él simplemente te llama sin importar que?—pregunto el ciervo. Angel asintio y soltó un suspiro.