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Twilight había extrañado su cama, más de lo que le hubiera gustado admitir.

Atender la asamblea en realidad no resultó tan agotador, aunque casi se volvió una audiencia con ella al tener que tomar la palabra gran parte del tiempo, fue quién recapituló el enfrentamiento y recibió la información de Canterlot, además, no podía evitar sentir cierta culpa al saber que su título fue un responsable indirecto.

No solo fue tranquilazada por los ciudadanos presentes, que reforzaron su lealtad a ella como Princesa y como amiga, sino que rápidamente estuvieron de acuerdo con el plan de Applejack y Rainbow Dash. En realidad, estuvo orgullosa de su organización, considerando que solo tuvieron una noche para pensarlo.

Los Defensores de Ponyville, un grupo civil de voluntarios que tuvieran la destreza física y mental para ayudar en futuras situaciones parecidas, ellas dos junto a Pinkie Pie eran sus primeros miembros, y la lista de ponys queriendo unirse al terminar la asamblea fue bastante larga. Tendrían que hacer evaluaciones en estos días.

Lastimosamente el resto no encontró información importante, pero el grupo de voluntarios y la presencia de la nueva Guardia Real dejaban a Ponyville en buenos cascos, podría viajar tranquila y con una carga mental menos.

Pero, hablando de la Guardia Real...

Subestimó un poco el organizar y conseguir las provisiones para treinta ponys y un dragón, tal vez en un estado más tranquilo y lúcido sería como otras listas que armaba casi como hobby, pero realmente se sentía fuera de sí desde hace varios días, habían muchas preocupaciones en su cabeza.

Al menos ya no tenía dolores ni un horrible moretón, gracias, Zecora. Fue un poco menos infernal seguir firmando papeles sin una jaqueca latente.

Escuchó un toque en la puerta, apenas se enderezó y abrió desde la distancia usando su magia.

—Pasa, Starlight —le dijo con una pequeña sonrisa, la unicornio obedeció.

—Perdón por molestar, pero quería preguntarte algo y no estabas del todo disponible hoy —notó su nerviosismo.

—Todavía no me duermo, así que te escucho —para enfatizar su atención, acomodó sus anteojos.

—Sé que ahora que estarás ocupada viajando y atendiendo labores de Princesa, pero, ¿Cómo seguiremos con mis lecciones?

—Spike tiene un itinerario preparado para ti, pero tampoco deben seguirlo con tanta rigidez —aclaró mientras bajaba de la cama, recordando la última vez que algo así sucedió, las dos rieron—. Cada que regrese haremos un repaso de tus avances.

—Me parece bien —estaba un poco más aliviada—. Viendo la falta de lectura obligatoria, voy a creer que simplemente no hay un libro enseñando sobre la Amistad.

—No sé si el Diario que escribí con las chicas cuente, aunque fue con esa intención —dijo algo pensativa—. Aún así, no existe un manual exacto a seguir, incluso mis lecciones solo son una guía para que tú tomes tus propias decisiones.

—Supongo que no tener tu guía constante es lo que me preocupa —fue honesta al respecto.

—Aquí entre nos, así me sentía con la Princesa Celestia, incluso todavía lo siento con las cosas de la realeza —a Starlight le sorprendió esa confesión.

—¿Será algo de alumnas?

—Eso creo —rieron—. De todas formas, mi teléfono está conectado a una línea en Canterlot, puedes llamarme o escribirme cuando quieras. Tengo obligaciones como Princesa, pero también como tu maestra.

—Gracias, Twilight —compartieron un abrazo.

Spike entró directamente a su cama, su propia cara de cansancio explicó la falta de una despedida adecuada, Twilight lo cubrió con su sábana.

La Corona de Equestria (MLP:FiM AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora