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El taller que usarían estaba en la Sección Uno del laboratorio, no muy lejos de la Sala de Reuniones, Rarity rápidamente indicó a sus asistentes designados todo lo que necesitaría para el trabajo, desde hilos particulares hasta cierta maquinaria textil de difícil acceso.

Ventajas de trabajar con la Corona, casi nada era imposible de conseguir.

Twilight agradeció tener el rostro cubierto cuando su amiga sacó ventaja del obvio enamoramiento de los asistentes para hacerlos ceder a peticiones extra, como un elegante sofá o cortinas decorativas a prueba de fuego.

Habría sido difícil explicar sus obvias ganas de reír.

—Todavía no sé cómo lo haces —habló ya estando solas, aprovecharon para descubrir sus rostros.

—Los sementales no se resisten a una cara bonita, querida, incluso si está cubierta —alardeó con una sonrisa, Twilight rodó los ojos—. Y hablando de sementales...

—Ugh, ¿En serio? ¿Ahora? —sintió su nerviosismo aflorar.

—¡Hiciste una Pinkie Promesa! Sabes que ella es capaz de aparecer de la nada si no la cumples.

—Bien, bien —suspiró, queriendo ahorrarse el lidiar con Pinkie Pie y sus... Peculiaridades— ¿Qué quieres saber?

—¿Por qué lo mantuviste en secreto, querida? Tener un enamoramiento es normal.

—Nunca dije que fuera uno —la cara de Rarity dijo más que cualquier palabra, Twilight no se doblegó a esa mirada que solía poner al juzgar una mala combinación de colores.

—¿Entonces no querías que se supiera que eres amiga de un Guardia?

—¡Por favor, Rarity! Sabes que tampoco es eso, y sabes que soy la primera en romper protocolos reales estúpidos si fuera el caso.

—¡Por algo tengo curiosidad, Twilight! Es raro que ocultes algo así de nosotras.

—... Es complicado ¿Si? —se sentó, luciendo derrotada, su amiga se unió a ella, un poco más cerca de la puerta—. Tal vez fui muy obvia para ustedes cuando lo conocí, pero que un semental me parezca lindo no significa que será inmediatamente mi novio, o que quiera que lo sea.

—... Perdón si te hicimos sentir incómoda, querida —sonaba realmente apenada, Twilight rápidamente negó con la cabeza y la abrazó con un ala, para su ligera sorpresa.

—Así nos tratamos, y no me molesta en realidad, es solo que no le hablé con esa intención y no quería que se malinterpretara con tantas bromas de por medio —observó la habitación prácticamente vacía, solo había un par de mesas sin usar—. Mi hermano es su jefe y ahora me sirve directamente, además, no lo conozco tanto para verlo de otra forma.

—¿Pero te gusta lo poco que conoces? —dudó un poco, pero asintió.

—Flash es... inteligente, gracioso, bueno en su trabajo y también muy comprensivo, y sé que es guapo, por eso no me sorprendió sentirme un poco atraída por él.

—¿Solo un poco? —miró con "enojo" su sonrisa maliciosa, la empujó suavemente, ignorando sus mejillas acaloradas, Rarity contuvo su risita.

—Como decía. No me sorprendió realmente, sé que un pequeño enamoramiento no tiene nada de malo, muchos ponys lo tienen conmigo solo por ser de la realeza, y no esperan realmente tener una oportunidad.

—No es lo mismo que te guste una celebridad a que te guste un amigo, al menos tienes una oportunidad más realista con Flash.

—... Mira en donde estamos, Rarity, mira el estado de la ciudad —centró su mirada en el techo, sabiendo que más arriba estaba su primer hogar en una situación delicada—. No es tiempo para empezar a tener citas con el Capitán de mi Guardia Real recién asignada, tengo un deber con Canterlot.

La Corona de Equestria (MLP:FiM AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora