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Twilight dormía mejor, pero, irónicamente, sus días se sentían más pesados a comparación.

Su estancia en Canterlot estaba extendiéndose más de lo planeado, debió haber vuelto a Ponyville hace una semana, algo que se postergó con tantas responsabilidades necesitando su atención inmediata.

No ayudaba que los sueños en su hogar se volvían más comunes, incluyendo a los rostros de los seres queridos que la esperaban allá, decir que estaba nostálgica era quedarse corto.

Estaba harta de esta "nueva" rutina, pero no era la única en sentirlo, y no estaba en una posición adecuada para expresarlo abiertamente.

Aunque Celestia estaba trabajando en el laboratorio como una de las líderes de la investigación, su antigua alumna tuvo que ser la figura política presente durante los avances en más de una ocasión. Y a la Princesa de la Amistad no le sorprendió en realidad, la Monarca de Equestria tenía mucho en sus cascos actualmente, aún con el apoyo de sus compañeras Princesas y diversos asistentes para labores particulares.

La verdadera sorpresa era percibirla tan serena y centrada como siempre, Twilight sabía que si ella misma necesitaba unos días de descanso, Celestia ya estaba lista para una jubilación a este punto.

Luna tampoco se encontraba en una mejor situación, verla durante el día era más común, y en las noches sus obligaciones como protectora de los sueños estaban siendo dejadas de lado progresivamente, debía descansar más para compensar las horas perdidas.

Por todo eso, debió suponer que su plan de traslado no sería aprobado, por segunda ocasión.

No le sorprendía, pero ese hecho no disminuyó su sentimiento de frustración, y el pony más cercano a ella no tardó en notarlo cuando se marcharon del Salón del Trono, en especial cuando las máscaras, de sus roles y de salubridad, fueron retiradas.

—¿Cómo te encuentras? —preguntó Flash, una vez estuvieron solos, el caminar por los pasillos ya era rutina para ambos.

—Creo que empiezo a entender a los primeros manifestantes —la sonrisa de la joven alicornio reflejaba una ligera inconformidad— ¿Estás autorizado a darme más detalles sobre la situación Starburst?

—Me temo que no, Alteza —al Capitán no le sorprendió ese quejido bajo, con algo de atrevimiento usó su ala para detener el caminar de la Princesa, retomó la palabra cuando tuvo toda su atención—. No voy a defender a las Dos Hermanas, Twi, pero puedo garantizar que no te están reteniendo en el Castillo por capricho.

—... Lo sé —suspiró—, es solo que, no sé cuánto más voy a soportar seguir en Canterlot. Y sé que debo sonar como una potrilla caprichosa porque, vamos; me quejo de estar en un enorme y lujoso Castillo con mi seguridad y necesidades cubiertas, cuando gran parte de los ponys aquí no pueden volver a sus ciudades, o ir a comprar comida con normalidad, pero-

—No es tu hogar, y extrañas a tus seres queridos —Twilight se sorprendió por esa respuesta, y más por la calma y comprensión en su voz.

—¿Soy tan obvia? —su pregunta salió como un balbuceo, Flash sonrió con gentileza.

—No voy a negar que disfruto nuestro tiempo extraoficial juntos, pero sé que no sería tu única opción para pasar tus días libres, Princesa de la Amistad —la aludida soltó un bufido.

—La única parte positiva de esto es precisamente pasar tiempo contigo, y no necesito una excusa para querer que sea así —los dos sintieron sus mejillas arder, aclaró su garganta—. Pero, sí, extraño a todos allá, en especial a Spike, nunca habíamos estado alejados por tanto tiempo.

—¿No es inmune al contagio? Podría quedarse aquí contigo sin problemas.

—No lo sé, no hay muchos dragones bebé en Equestria —bromeó ligeramente, antes de notarse más seria—. Prefiero extrañarlo a ponerlo en riesgo.

La Corona de Equestria (MLP:FiM AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora