— ¡Jones! —Saluda, Edgar, levantándose para ir hacia Nathan—. ¿Todo bien, amigo?
—Sí, vine por...—dice, antes de ver de mi hacia Edgar con desconcierto—, perdón es que... no me esperaba encontrar a Miley aquí ¿De qué va esto?
Me tenso de forma inconsciente, temiendo que Edgar suelte algo de más. Sin embargo, su respuesta no da detalles.
—Me ayudaba con algo. —Se encoje de hombros, restándole importancia—. Decías que venias para...
—Los apuntes de biología que te presté el otro día —responde, con la mirada fija en mi dirección.
—Oh, claro. Ya te los traigo.
No te vayas.
Casi le ruego con los ojos, pero ya iba escaleras arriba.
Vagamente trato de tranquilizarme. Quizás estoy haciéndame un escándalo mental sobre lo del otro día y Nathan se ha olvidado de la hoja suelta que encontró de mi cuaderno personal y ese tonto poema.
Detecto movimiento, el está acercándose a mí. Me permito observarlo casi de reojo, recibido una mirada inquisitiva de su parte.
Me fuerzo a no tragar.
—Tiempo sin verte.
—He estado ocupada —suelto, casi en automático.
— ¿Cocinando pavos imaginarios? —Enarca una ceja y yo no puedo evitar mirarle mal.
Se detiene a un par de pasos de mí y enseguida capto sus intenciones. Las preguntas en su mirada son claras, así como el brillo de determinación que, siento, me dice: Tengo que hablar contigo y esta vez no vas a escapar.
El no ha olvidado el poema.
—Aquí tienes, Jones—El mayor de los Henson vuelve a ser acto de presencia, extendiendo un cuaderno hacia Nate.
Él toma el cuaderno, agradeciéndole. Edgar le dice que no hay problema y se disculpa por habérselo quedado tanto tiempo antes de volver al sillón que antes ocupaba.
—Y... ¿Qué es todo esto? — Pregunta, Nate, viendo la guitarra y hojas esparcidas a nuestro alrededor—. ¿Preparan una sorpresa para mi cumpleaños? —Se lleva una mano al pecho, luciendo conmovido.
Edgar ríe y termina negando con la cabeza.
—Es una sorpresa de mi parte para alguien más.
Nate parece entenderlo. Ahora luce una tranquila sonrisa.
¿Acaso esta disimulando? ¿Lo de ocultarle que está con Erika, la chica de la que está enamorado su amigo?
No me creo eso de Nathan.
—Ah, y yo que me sentía especial —bromea y su mirada se encuentra con la mía—. ¿Terminaron ya? Para que vengas conmigo.
Oh, no.
—No... creo que aun falta...
—De hecho, desde aquí puedo continuar —me hace saber Edgar. Cuando lo miro en busca de alguna ayuda parece ignorarme a conciencia—. Gracias por venir, Miley, de verdad me ayudaste mucho.
—No fue nada... —pero, por favor, sálvame— ¿Estás seguro de que todo quedó en orden? ¿Hm?
—Sí, ya casi está terminado. Puedo terminarlo, no te preocupes.
Le sonrío, casi de forma tensa.
—Entonces vamos —dice, Nate.
Dios, ¿por qué una situación tan simple se me hace ta complicada?
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El Sentimiento de una Canción
Teen FictionAmorosa, alegre y tímida; Divertido, encantador y con una bella sonrisa. Ella supo desde el comienzo, Que su mundo fue otro desde que lo en ese momento. Ese momento donde las sensaciones fueron nuevas, Donde los latidos de su corazón fueron más. Y a...