Harry Potts y las piedras del infinito

Capítulo 43: El Nick del Tiempo

Severus Snape estaba pensando en cosas que cambiaría, si tuviera todo que hacer de nuevo, de manera diferente. Él era a menudo reflexionando sobre su pasado, morando en su culpa y odio a sí mismo. A través de una larga y dura práctica se había dado el equivalente mágico de la hipertimesia—, una memoria autobiográfica muy superior. La capacidad de ordenar completamente sus pensamientos y recuerdos era esencial en su papel de espía contra seres con una visión sobrenatural de la mente sapiente. Pero significaba que nunca olvidó una sola cosa que había hecho mal. No importa cuán escondido esté de la intrusión mental, él siempre podría llegar a eso.

Por el momento, se estaba pateando a sí mismo sobre cómo el dominio de su mente entraba en conflicto con ese recuerdo mejorado. Fue, a la vez, perfectamente capaz de controlar su respuesta al miedo y perfectamente capaz de recordar el momento más aterrador de su vida, mucho antes de que hubiera desarrollado tales escudos contra el miedo. Lo haría siempre sé ese adolescente demasiado confiado, finalmente a punto de averiguar qué se levantó la pandilla de Potter en el Rugido Rampart. Nunca pudo olvidar la retorcida y furiosa forma loca de Remus Lupin a punto de desgarrarlo miembro de miembro, antes de que James Potter interviniera para salvarlo.

Nunca podría olvidar ni perdonar.

Estaba allí cada vez que interactuaba con Lupin, su pulso aceleraba con el miedo. La ironía era que tratar de controlar ese miedo era lo que lo había llevado tan profundamente al estudio de la oclumencia, y, sin embargo, parecía ser lo único que no le permitía controlar. Cada vista del hombre fue una batalla de su propia voluntad contra su propia fragilidad inolvidable. Honestamente estaba un poco interesado en ver el nuevo forma en que Lupin dijo que se había mutado accidentalmente, necesitando los borradores calmantes superiores. Tal vez sería lo suficientemente diferente del niño original que grita y se pasea por la urdimbre que su mente podría recategorizarlo entre todos los otros horrores que había experimentado y compartimentado como adulto.

Lo que realmente irritado fue que Lupin estaba claramente brillante. Si pudiera dejar de lado su miedo y animosidad, su colaboración podría ser magnífica. El hombre había regresado a Midgard para convertirse en su principal autoridad en física de partículas, y todavía encontró tiempo para convertirse en experto en diversos aspectos de la biología, la botánica, y farmacología para tratar su condición por su cuenta. Si bien no habían trabajado para curarlo, se inspiraron las teorías de que "Mr. Green" y "Mr. Blue" habían trabajado juntos en sus correspondencias.

Tal vez debería rastrear a este Sr. Blue, si nunca pudiera colaborar con el Sr. Green debido a su miedo.

Esa reflexión fue abruptamente terminada por un sonido que pudo también nunca olvides: Sybill Trelawney en medio de la verdadera profecía. Apenas podía distinguir las piezas de lo que estaba diciendo, ya que parecía que estaba al final del pasillo hacia la enfermería, dirigiéndose hacia el espacio ritual desde una dirección diferente a la que había venido. Pero el sonido de su voz superpuesta con las Norns era inconfundible.

La última vez que lo escuchó, había comenzado el peor error de su vida.

Cuando se mudó por el pasillo para tratar de determinar qué nuevos horrores proféticos iba a desatar la mujer en el mundo, ya era demasiado tarde. La vio pequeña, ajena, hacia la sala ritual. Y, en la otra dirección, vislumbró a dos estudiantes caminando rápidamente hacia la salida más cercana a los terrenos. El cabello castaño tupido de Granger era lo suficientemente fácil de detectar desde la espalda, pero apenas toleró la identidad del niño con ella. El cabello rebelde de Potter era también icónico, incluso desde la distancia, pero lo hizo solo dejó al niño, aparentemente profundamente inconsciente, en la oficina de Lupin. ¿Fue todo una actuación? Parecía un largo camino por recorrer solo él. ¿Qué estaban haciendo?