Harry Potts y las piedras del infinito

Capítulo 84: Accidente y Quemadura

"Por qué estás tirando juntos un montón de basura de Home Depot?" Preguntó Harry, flotando translúcidamente en la habitación del motel en la que había encontrado a Tony antes del amanecer en Atlanta. El proceso de rastrearlo había sido más fácil y más aburrido que la repetición justificada.

"Haciendo cosas", Tony se encogió de hombros, apenas saltando sorprendido por la aparición de la aparición adolescente. "Un niño en Rose Hill me recordó que soy mecánico. El traje no funcionaba, pero no necesito el traje. Tenía mucho menos que seguir que una gran tienda de cajas cuando lo hice en primer lugar."

"Cómo te hiciste encontrar una tienda que estaba abierta tan temprano en Nochebuena?"

"Es increíble el horario comercial que puedes encontrar en una ciudad lo suficientemente grande."

Harry se encogió de hombros, cediéndole el punto, pero finalmente llegó al suyo propio punto. "Sabes que Killian me secuestró a mí y a Happy como hace diez horas, ¿verdad?"

"Yo... no sabía eso, no."

"Así que conducías novecientas millas en medio de la noche a su mansión porque..."

"Es el sitio de las transmisiones de mandarín", explicó Tony, finalmente lo suficientemente distraído de su enfoque en los dispositivos que estaba haciendo a partir de artículos de mejoras para el hogar para darle a Harry toda su atención.

"Eh. Supongo que iré a ver si puedo encontrar a ese tipo cuando salga en un minuto. ¿Ibas a dormir o simplemente volver a conducir cuando hiciste tus cosas? De cualquier manera, ¿no va a tomar horas? Dónde está el Mark Forty-Two?"

"Está teniendo problemas para cargar el poder en Rose Hill."

Harry se quedó sin aliento, "Tony. Tienes un reactor de arco en el pecho. La razón principal por la que lo tienes es para cargar el traje!"

"Estaba intentando algo nuevo con la distribución de condensadores para que cada pieza pudiera volar de forma autónoma", argumentó el multimillonario, avergonzado. "Y no dejé que JARVIS terminara las pruebas. Y puede que no haya dormido mucho en meses. Entonces tiene problemas de carga, ¿de acuerdo?"

"Solo quédate aquí. Te enviaré a ti y a un traje de trabajo a la mansión de Killian en unos minutos."

Harry se dejó volver a su cuerpo antes de que Tony pudiera recibir la última palabra. Y fue algo bueno que lo hiciera. Todavía estaba encadenado a un marco de metal en la casa de la piscina de mampostería que era el laboratorio de Aldrich Killian (probablemente diseñado menos para la limpieza y más para no sacar la casa principal si un Extremis el paciente explotó). Un ex soldado con una bata de laboratorio se cernía sobre él con una jeringa, y mientras había estado buscando a Tony, aparentemente había perdido la inyección que se le había administrado a Happy, todavía inconsciente en el marco vecino. El ex boxeador comenzaba a enrojecerse con los procesos biológicos en curso. Tal vez Harry debería agradecer a los Norns que no estaba proyectando astral el tiempo suficiente para ser inyectado sin poder hacer nada al respecto.

"Tengo que orinar!" anunció. "Realmente malo."

"Te cataremos", se encogió de hombros el hombre canoso, apenas haciendo una pausa mientras buscaba una vena. ¿Sabía Maya Hansen que toda la parte médica de la ciencia se había saltado de los médicos hipocráticos que seguían el Juramento a los soldados sociópatas de Extremis dispuestos a inyectar rehenes por orden de su jefe?

"Con qué me estás inyectando? Por qué!?" Preguntó Harry, esperando que pareciera asustado mientras se estancaba, la mano izquierda trabajaba furiosamente. Salir de las restricciones con su brazo derecho en un yeso fue más difícil de lo que esperaba.