Harry Potts y las piedras del infinito

Capítulo 69: La batalla de Nueva York

En retrospectiva, la batalla contra los Chitauri tomó unos veinte minutos.

Mientras sucedía, Harry sintió que tomó para siempre. Tuvo que consultar con JARVIS más tarde para las marcas de tiempo. Había muchas cosas sucediendo, pero la IA había estado haciendo un seguimiento. Nunca pudo pensar en rondas de combate D&D lo mismo después. De curso podrías hacer mucho con seis segundos, si el destino del planeta estuviera en juego.

Más tarde, nunca estuvo totalmente seguro de cómo se levantó a la cubierta del helicarrier tan rápido. Tenía vagos recuerdos del científico que había estado tratando de revivir a Loki haciendo todo lo que estaba a su alcance para salvar la vida de Fury. O bien el control mental se había roto con Fury, o no había impedido que los agentes golpeados trataran de ayudar a su Director. En todo el avión, los agentes que luchaban contra Tony y Thor se habían detenido. "Loki apuñaló a Fury y luego corrió", les explicó Harry, sobre las comunicaciones, pero no tuvieron tiempo de intentar perseguirlo o esperar para ver si el Director podía estabilizarse.

Un ejército comenzaba a caer del cielo.

Estaba a poco más de seis millas de la Torre Stark desde donde abandonaron el helicarrier mientras caía en la bahía superior. Harry lo hizo en menos de tres minutos, empujando su escoba hasta sus límites. Tony había corrido hacia adelante, casi fracturando la barrera del sonido para llegar en menos de un minuto. El resto del equipo había sido básicamente justo ahí.

La guardia nacional de los Estados Unidos fue minutos lejos. Y eso fue para siempre cuando cientos de extraterrestres volaban desde un portal gigante, con la intención de infligir el máximo de víctimas civiles y daños a la infraestructura. Desconocido para ellos en ese momento, venía una nave nodriza, lenta pero seguramente. Las primeras olas de Chitauri enviadas fueron solo para sorprender y asombrar a la población civil. No estaba claro si los extraterrestres detrás de los Mortífagos realmente entendían mucho sobre la Tierra, pero al menos sabían cómo organizar una paliza para los medios. Si Manhattan cayera en la televisión en vivo, invadida por una infantería superior y aterradora del espacio exterior, la moral del planeta recibiría un golpe sustancial. No solo jugaban por la vida de la población de una de las ciudades más densamente habitadas del planeta, sino por la fe del mundo entero.

Era la ciudad de Nueva York. Si pudieras llegar allí, podrías llegar a cualquier parte.

Pasaron muchas cosas mientras Harry cruzaba el horizonte mientras mantenía el ritmo de Thor. El príncipe literal de Asgard estaba a solo unos metros de él, teniendo básicamente arrojado él mismo a través del aire colgando de un martillo mágico. Estaban juntos en un equipo. Harry no estaba seguro de que los niños de Hogwarts lo creyeran porque él apenas lo creía. En los minutos en que ambos estaban en el aire, los otros Vengadores estaban narrando sus propias pruebas sobre las comunicaciones.

"Creo que Harry tenía razón en que eran una especie de ciberzombis alienígenas", describió Bruce. "Estos tipos son feo. Un montón de ellos en algún tipo de carros voladores, supongo. Puedo verlos por las ventanas de la torre."

"Todos los que tienen rifles llegan al techo del edificio SHIELD", ordenó Steve. "Tenemos que empezar a tratar de sacarlos del aire."

"No creo que eso sea lo suficientemente alto", opinó Clint.

"O lo suficientemente cerca", estuvo de acuerdo el capitán. "Pero es lo que podemos hacer por ahora. Estoy en movimiento para llegar a la Torre."

"Estoy enganchando una bicicleta. Estamos justo detrás de ti", confirmó Natasha.