Harry Potts y las piedras del infinito

Capítulo 17: La Llamada en la Oscuridad

Por Halloween (o Dísablót, como se conocía en Vanaheim), ellos todavía no había aprendido a pelear con espadas. Tres períodos de clase a la semana, y Fandral logró llenar casi cada momento del tiempo con historias de su heroísmo y el de sus amigos. A veces bajaban un arma de la pared y fingían eso eso el día en que finalmente iban a cambiarlos, pero el asgardiano se distraería rápidamente con algo, cualquier cosa sobre la lección y se desviaría de otra historia. Los otros años dijeron que tenían casi el mismo tipo de cosas en sus propias clases.

Él era un fascinante narrador, pero Harry estaba empezando a preguntarse si era un fraude total que no lo era en realidad sabe cómo balancear una espada. Lo más cerca que estuvieron de practicar el combate fue cuando Harry se alistó para presentarse frente a la clase y ayudar a Fandral a representar un poco de narración que necesitaba ayudas visuales para comprender posicionamiento en la lucha. Estaba empezando a considerar solo tratar de pasar al tipo en su próximo duelo simulado para ver si accidentalmente tendría éxito.

No ayudó que solo Dean y algunos de los otros muchachos parecieran darse cuenta. Las chicas todavía parecían completamente tomadas con el apuesto héroe, e incluso los estudiantes que no pasaban cada clase desmayándose en su bonita cara estaban muy contentos de que su clase requiriera cero tareas. Incluso cada uno había ganado un montón de puntos de participación en clase solo por ayudar a Fandral a seguir otro tema en sus historias.

Harry admitió a regañadientes que una clase sin tarea fue enviada por Odin con sus nuevos compromisos deportivos. Oliver Wood era un duro maestro de tareas, y había llenado rápidamente cada momento libre del tiempo de Harry con la práctica de quidditch.

En su raíz, el juego era más o menos baloncesto o fútbol jugado con equipos pequeños en el aire, pero el papel de Harry era especial y algo complicado. Era lo que se llamaba el buscador, y su papel principal era servir esencialmente como una distracción móvil. No se le permitió tocar la pelota principal utilizada para marcar goles, pero podría pasar a pases sucios entre el equipo rival. Del mismo modo, los miembros del equipo (golpeadores) encargados de usar murciélagos para dirigir las bolas secundarias agresivas (golpeadores) recibirían faltas si golpean él, él podría ejecutar un juego peligroso de tratar de interponerse entre los bateadores opuestos y sus propios compañeros de equipo.

Él era también destinado a estar buscando una pequeña bola dorada esquiva llamada snitch, cuya captura terminó el juego. Pero se esforzó por no mostrarse hasta que los puntajes se estaban volviendo bastante altos, y él no lo hice quiero atraparlo cuando su equipo estaba abajo en puntos. Vanaheim había jugado con un bono de puntos por atraparlo, y las competiciones interdimensionales a veces usaban la regla, pero eso generalmente se consideraba injusto después de siglos de iteración. La mitad del tiempo, un buscador perseguiría al soplón simplemente para impedir que el buscador rival lo atrapara mientras su equipo estaba por delante.

Parte de la obsesión de Wood por entrenar a Harry era que uno de los buscadores rivales en cuestión era Draco Malfoy, cuyo padre tenía siguió comprando todo el equipo de Slytherin escobas hechas de Nimbus. El capitán de quidditch de Gryffindor esperaba compensar con habilidad la desventaja que enfrentarían en su primer partido del año debido a las nuevas escobas de la oposición.

Por carta, la tía Pepper le había dicho resueltamente a Harry que no se le permitía comprar todo suyo amigos nuevas escobas. Ella advirtió sabiamente que hacerlo no ayudaría a su deseo de mantener un perfil bajo y no ser considerado como una celebridad rica.

En su mayoría, Harry solo esperaba que Wood se calmara un poco después de su partido contra el equipo de Slytherin, que estaba programado para una semana después de la fiesta de Halloween.