Capítulo 50: Oscuro y Moody

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"Me alegro de que los Sin Mente dejaran de aparecer", se quejó Harry, tratando de descubrir un hechizo de secado mientras esperaban en la mesa de Gryffindor para la clasificación. "Ellos tendrían amado este clima."

El tren había llegado a Hogsmeade alrededor de la medianoche, ya que el horario siempre cambiante entre la Tierra y Vanaheim los había iniciado a última hora de la tarde, hora local. Cuando habían estado a medio camino de la escuela, la lluvia había comenzado, y ya había estado vertiendo cubos cuando llegaron allí. Los muchachos habían hecho una carrera furiosa por los carruajes conducidos por el timón, empapándose parcialmente incluso en los pocos metros de la plataforma del tren. Luego miraron hacia atrás y vieron a las chicas haciendo lo inteligente y erigiendo hechizos de escudo mirando hacia arriba para servir como paraguas. Al menos había hecho llegar de los carruajes a la secadora de la escuela.

No había importado. Peeves, el poltergeist, había estado al acecho por dentro con globos de agua para arrojar a todos a su paso. los asqueroso era que realmente no tenía acceso a globos hechos de goma, así que había vencido con casquillos de salchichas robados de las cocinas.

"Tal vez podrían arrastrar a Peeves a Azkaban", observó Lavender, haciendo una mueca mientras se quitaba un poco el intestino de las ovejas del cabello. "Todas las cosas de las que se supone que Loki es culpable, crear Peeves es probablemente el peor."

"Incluso más que tratar de hacerse cargo de Asgard y destruir Jotunheim?" Preguntó neville. Finalmente se corrió la voz sobre los eventos del verano anterior que habían terminado cerrando Bifrost. Mientras que el gobierno de Vanaheim todavía podía enviar correo de búho a Asgard, y tomar caminos nocturnos para llegar allí, los guerreros Aesir realmente no podían "encajar" por el otro lado. Incluso los que podría squeeze no pudo caer para frustrar un ataque de merodeador como lo habrían podido hacer si Bifrost pudiera aterrizarlos exactamente donde tenían que ir.

"Pregúntame de nuevo cuando no tenga despojos en el cabello", dijo.

"Ha! Realmente es horrible," Seamus se rió entre dientes.

"Nunca vas a conseguir un novio con juegos de palabras tan malos", lo necesitó Parvati.

"Los chicos aprecian los juegos de palabras más que las chicas", insistió.

"Oh, bien, los nuevos niños están entrando", se dio cuenta Ron. "Vamos a clasificarlos y comer."

"No comiste antes de subir al tren?" Dean lo comprobó.

"Y ahora quiero comer de nuevo," la pelirroja se encogió de hombros.

"Mi hermano, el pozo sin fondo", dijo Ginny. "Solo espero que no tengamos clases por la mañana."

"Ginny la necesita sueño de belleza," Ron riposted.

"Lo sé, lo sé, podrías dormir mil años y no ser atractivo, así que no entiendes por qué otros hazlo", respondió.

Ron trató de encontrar un insulto de regreso y no pudo encontrar uno, con la boca trabajando durante unos segundos sin que salieran palabras, y todos asintieron, otorgarle a Ginny el punto en el duelo de Weasley en curso por la superioridad de hablar mal.

"Odin sálvame, hay otro," gritó Harry. Uno de los nuevos primeros años fue saludando a Colin Creevey y hablando, "Me caí en el lago!" Por el parecido, solo podía ser el hermano pequeño del molesto fotógrafo, aunque estaba aún más mojado que el viejo Creevey.

"Muchos hermanos son personas muy diferentes?" Hermione trató de hacerlo sentir mejor, señalando a Ron y Ginny como un ejemplo, pero claramente no lo creía. Todos recordaron vagamente a Colin asegurándoles lo increíble que era su hermano pequeño. Después del respiro del niño paralizado por una serpiente Nidhogg durante la mitad de su primer año, Colin nunca había dejado de intentarlo red con Harry. Y ahora había dos Creveys.

Harry Potts y las piedras del infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora