Harry Potts y las piedras del infinito

Capítulo 39: La verdad sobre Santa

Phil Coulson no había estado esperando una llamada a las seis de la noche, el 23 de diciembre. Si bien SHIELD no era realmente una organización en la que se podía esperar vacaciones, y no era como si tuviera familia fuera del trabajo, las cosas en esa época del año generalmente eran al menos lento. A las amenazas internacionales les gustaba tomarse las cosas con calma en Navidad tanto como a cualquiera. Había estado fuera de la oficina, regresando a su apartamento provisto de trabajo, y tratando de decidir si tomaría comida para llevar o si le entregarían algo.

Y luego recibió la llamada de que el NYPD había recogido algo en la Biblioteca Pública de Nueva York que estaba justo en su callejón. Mientras pasaba junto a los famosos leones en una noche que fue solo cayendo por debajo del punto de congelación, esperaba silenciosamente el ectoplasma en los catálogos de tarjetas y tal vez una aparición de torso completo.

"Coulson. ESCUDO. Me invitaron," mostró su insignia al uniforme de guardia, que lo miró antes de decidir que parecía suficientemente oficial. SHIELD todavía no era tan conocido como las organizaciones con solo abreviaturas de tres letras, pero el rango y el archivo eran al menos vagamente conscientes de ellos.

"Es raro. Ustedes son los que hacen cosas raras, ¿verdad?" el oficial preguntó. El tipo cuya etiqueta con el nombre decía "Saunders" era de pelo corto y oscuro. Le comunicó por radio a su supervisor: "Tengo al tipo de SHIELD aquí." Después de un graznido de regreso de la radio, señaló el vestíbulo y dijo: "Tienen a todos en la sala de exposiciones."

Coulson asintió y se dirigió al otro lado del piso, su camino se despejó a través de los ciudadanos interesados por varios oficiales que controlaban el acceso. Podía ver aún más oficiales esparcidos dentro de la gran sala para exhibiciones. Un sargento uniformado, más robusto, mayor y con el pelo adelgazante lo encontró en la puerta. Su propia etiqueta decía "Silva." "Qué puede decirme, sargento?" Preguntó Coulson, mirando por la puerta, donde podía distinguir al menos media docena de personas en trajes de Santa Claus esposados y sentados en una línea contra la pared, los oficiales los miran con cautela. Parecía que la sala había adquirido una tonelada de las exhibiciones tecnológicas históricas que aún deberían haber estado en la Stark Expo, si no se hubiera convertido en un área de desastre durante el verano.

"Algunos reales Solo en Casa mierda," Silva opinó. "Santas atacando a los niños en las pilas subterráneas, y siendo noqueado y atado. Por los niños."

"Niños?" Los ojos de Coulson se ensancharon y se acercó lo suficiente como para mirar el resto de la habitación. Si las sesiones informativas eran correctas acerca de quién estaba en la ciudad para las vacaciones...

Sí, estaba Harry Potts y dos de sus amigos de la escuela, a un lado del pasillo, no esposados, pero claramente tampoco libres para irse. El niño lo notó después de un momento, les dijo algo a los otros dos, y le sonrieron y le saludaron.

Coulson fue seguro se arrepentiría de no haber cenado antes de esto.

"Ya los has interrogado?" le preguntó al sargento.

"Dijo que probablemente solo deberían hablar con SHIELD. Es por eso que pensamos llamarte tan temprano", se encogió de hombros. "Parece que te has encontrado con este grupo antes?"

"Oficialmente, él es no El compañero de Iron Man," Coulson deadpanned, después de renunciar a tratar de explicar sucintamente su relación real. "Sí. El problema parece encontrarlo. Haré el informe. Gracias, sargento."

Silva se dirigió a los oficiales que custodiaban a los niños para que retrocedieran mientras Coulson se acercaba. Habían sido acorralados cerca del primer prototipo de auto volador de Howard Stark. Coulson sonrió un poco para sí mismo sobre su propia y mejor pieza de recuerdos. "Phil!" Harry dijo mientras caminaba hacia el auricular. "Me alegro de que hayan enviado a alguien que conozco."