CAP 2: EMPRENDER EL VIAJE

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Me senté en la orilla de la cama y me quite los botines, luego me estire encima y me quede ahí mirando hacia el techo, sé que pronto tendré que irme de este lugar no ha surgido ni un trabajo tan importante como para considerar quedarme, lo único interesante que había hecho estas semanas había sido Asesinar a un brabucón que molestaba a los comerciantes de este lugar, cazar animales silvestres, ayudar a Yasu con algunos encargos que tenían que ver con su huerto y por ultimo mi encuentro de esta mañana con ese hombre pelirrojo. pero supongo que él no cuenta, no es un lugareño, aunque no puedo evitar sentir algo de curiosidad por él, creo que es extravagante y algo impredecible, su aura la percibí bastante fuerte, a mi mente viene la imagen de Hisoka en medio del lago desnudo y luego de su peculiar vestimenta de arlequín, sin dudas jamás me había cruzado con alguien como él, mis parpados comienzan a cerrarse lentamente y no soy realmente consciente de en qué momento me quede dormida.

Siento mi rostro húmedo, mientras vuelvo a estar del todo consciente después de haberme dormido ni siquiera sé cuánto tiempo paso, me doy cuenta que Odie está lamiendo mi rostro, lo aparto moviéndolo con mi mano y Odie me protesta aullando, unos golpes a la puerta que está a medio abrir y la voz de Yasu tras esta me hace incorporarme para quedar sentada en la orilla de la cama nuevamente.

—¿T/n, estás despierta? — pregunta Yasu, Odie al escucharlo sale de la habitación, al salir mueve aún más la puerta y el aroma de la preparación de Yasu, me deleita los sentidos, huele exquisito.

—¡Esta abierto, puedes pasar!... ¿Por qué golpeas? — digo alzando la voz, Yasu abre y nos miramos, él sonríe amablemente.

—¡Bueno!... tu eres una joven y yo un hombre casi un anciano debo preguntar antes de entrar, venía a me preguntar ¿si deseas comer conmigo?...

—¡Odie no pregunta para entrar! — digo seria, miro a Odie y este mueve su cola y sonríe, Yasu lo mira.

—¡deberás perdonarlo, a él le agradas!, ¿y dime vienes? — extiende su mano en dirección a la cocina y mi estomago está sonando, aprieto con mi mano mi estómago y miro al anciano.

—¡sí, creo que no podría rechazar ese exquisito olor! — Yasu se da la media vuelta y siento como mueve unos platos y destapa unas ollas, me vuelvo a poner mis botines y salgo hacia la cocina, la mesa esta lista y Yasu está sirviendo los platos.

—siéntate por favor... — dice en tono entusiasta, se acerca y veo el plato que preparo, sencillamente se ve delicioso, mientras comemos le digo a Yasu.

—¡Yasu!, gracias por tu hospitalidad, pero creo que pronto tendré que irme... — mi voz suena seria, Yasu me mira y mira a Odie.

—¡oh!, ya veo... creo que Odie y yo te vamos a extrañar cuando no estes — le voy una leve sonrisa y acaricio a Odie.

—¡Estarán bien!

—Sabes que eres bienvenida aquí cuando vuelvas o si deseas venir a saludarlos... — Yasu me mira algo triste lo notó en su mirada, a decir verdad, también estoy cómoda aquí con ellos, pero no puedo quedarme.

—¡Claro que vendré!

Después de comer estuve en el bosque hasta que anocheció, en este pueblo lo más entretenido que podías hacer por las noches era ir a beber unos tragos a un pequeño bar, su dueño era un hombre llamado Nao. Un hombre de unos cuarenta años de cabello oscuro y ojos marrones, era alguien bastante amable y confiable, había quedado de ir a hablar con él, porque iba a conseguirme información sobre el examen del cazador.

Camine con mi capucha y abrigo hasta la entrada del bar, las risas y voces no se hicieron esperar a medida que me acercaba, el cielo estaba estrellado y se veía hermoso, era como si un montón de pequeños puntos de luz iluminarán la oscura noche.

Cazando tu corazón *Hisoka x Reader*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora