𝐹𝐼𝑅𝐸, 𝐵𝐿𝑂𝑂𝐷 𝐴𝑁𝐷 𝑅𝐴𝐻𝐸𝑅𝐴 | Aemond Targaryen

🄿🄻🄰🄽🄴🅂

━━━━━━━━※━━━━━━━━

~𝓡𝓮𝓹𝓸𝓼𝓸 𝓭𝓮𝓵.𝓰𝓻𝓪𝓳𝓸~
𝑈𝑛 𝑑í𝑎 𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠

-Mi rey, todo está preparado- Ser. Christon acababa de entrar al salón donde Aegon se encontraba bebiendo.

-Bien, si esos negros deciden atacar estamos listos. Ordena a los hombres montar guardia a partir de mañana, no quiero sorpresas- hablo Aegon.

-Mi rey, lo mejor sería montar guardia desde hoy. No sabemos cuándo puedan atacar los negros, además los informes recientes indican que la princesa Rahera y sus hombres desviaron su camino hacia Harrenhal, muy probablemente su curso sea este.

-Esa puta no se atrevería a venir aquí, y si viene estoy seguro que será a lomos de su dragón, en todo caso estamos preparados. Pero cederé, pon a un puñado de hombres en el muro, que alerten si ven algo- dijo Aegon sin ninguna preocupación en su voz.

Christon no se vio muy contento con la decisión de su rey pero no quería terminar igual que Otto, no le quedó más que obedecer.

Ambos hombres siguieron hablando sobre sus planes y estrategias cuando un caballero irrumpió en la sala.

-¡Dije que no quería ser molestado. ¿Que quieres?!- pregunto molesto al hombre.

-Su majestad, disculpe la interrupción pero su hermano el príncipe Aemond acaba de arribar y espera ser recibido- notifico el hombre.

Aegon abrió los ojos con sorpresa, medito un momento antes de ordenar que entrara.

Las puertas se abrieron nuevamente dando paso a Aemond, hermano menor del rey Aegon.

-Hermano, que novedad tenerte acá. ¿A qué has venido?- pregunto Aegon con burla.

Aemond ignoro la pregunta caminando lentamente hasta el rey, sin palabra alguna se arrodilló- Vengo a pedir tu perdón y ofrecer mi ayuda para derrotar a tus enemigos.

Un silencio gélido lleno el salón, la cara de impacto de la mano del rey y Aegon era memorable, ambos veían a Aemond con una conmoción en sus rostros.

El silencio dio paso a una carcajada proveniente del rey.- Sabía que recapacitarias hermano, levántate sangre de mi sangre. Ahora que despertaste, juntos gobernaremos los siete reinos y acabaremos con esa golfa y sus bastardos.

Aegon beso la frente de su hermano con una emoción casi palpable. Abrazo a su hermano y lo guío hasta la mesa.

El rey sirvió una copa de vino a Aemond- ¿Que te hizo cambiar de opinión? No era que amabas mucho a esa puta de nuestra sobrina-

El silencio volvió nuevamente y Aegon espero paciente la respuesta de su hermano.

-Yo... Yo dejé atrás esos sentimientos, eres mi hermano y no podría traicionarte, mi conducta anterior solo era por mi ceguera ante Rahera pero eso se ha ido, deseo ayudarte para asegurar tu trono. Hermano- la voz de Aemond parecía sincera, algo en el le decía a Aegon que podía confiar.

-Es un alivio saber que recapacitaste hermano, pero no puedo confiar del todo en ti.

-Dime que tengo que hacer y lo cumpliré tal como órdenes hermano- rogó el menor a su hermano.

El rostro de Aegon se iluminó siniestra mente y casi se pudo observar el pensamiento malicioso que se instaló en su cabeza.

-Si alguien viniera aquí a atacarme, sin importar quién fuese ¿Lo matarías?- pregunto Aegon.

Aemond relamio sus labios- Si. Hermano.

-¿Aun que esa persona fuera Rahera?- insistió Aegon con burla.