𝐹𝐼𝑅𝐸, 𝐵𝐿𝑂𝑂𝐷 𝐴𝑁𝐷 𝑅𝐴𝐻𝐸𝑅𝐴 | Aemond Targaryen

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Una nueva mañana en King's Landing y acompañada de ella habían nuevas cabezas que adornaban la fortaleza.

Los pobladores soltaron miradas de horror al presenciar las cabezas de todos aquellos lores que permanecieron firmes a Rhaenyra.

Aegon creyó que exhibir las cabezas de los traidores haría que todos se lo pensaran 2 veces antes de seguir nombrando a su media hermana "la legítima heredera"; además era una manera de venganza por lo que le sucedió a su hijo mayor.

Cuando el rumor de que la cabeza de Jahaerys había sido puesta en una pica y exhibida en Harrenhal llegó a Aegon, esté perdió la cabeza y profeso juramentos de odio contra todo aquel que cruzó por su mente.

El día de hoy, el rey estaba más molesto de lo normal. Toda la mañana se la pasó insultando y gritando a todas las sirvientas y ordenó una reunión de consejo de inmediato.

Los lores no se hicieron esperar y atendieron rápido al llamado.

—Atacare rocadragón ahora, vengare a mi hijo— las palabras de Aegon salieron tan tranquilamente de su boca.

Todos se alteraron al escuchar semejante alucinación.

—Pero mi rey, ¿Cómo planea hacer eso? Es muy peligroso— hablo Otto.

—No dejaré el asesinato de mi hijo impune, atacare a todos y acabaré con el problema de raíz—

—Mi rey, si me permite eso es muy arriesgado y poco sensato. Lo mejor será esperar que los negros den el primer golpe— otro lord trato de convencerlo.

—¿El primer golpe? ¡¿CUANTOS GOLPES HAN DADO YA?! Nos quitaron a los Baratheon y los Stark, atacaron Harrenhal y a los Bracken, bloquearon la bahía y asesinaron a mi primogénito dejando aún más loca a mi inútil esposa. Es momento de atacar— Aegon hablaba exaltado, la furia en su voz era más que evidente.

—Le ruego que lo reconsidere al menos unos días, según nuestros informantes, la princesa Rahera se encuentra en Rocadragón ahora— dijo ahora la nueva mano.

—Mucho mejor, acabaré con la puta de mi hermana y todos sus bastardos de una vez— Aegon seguía aferrado a su idea.

—Aegon, es muy peligroso. Por mucho que me pese admitirlo Rahera es muy peligrosa, tu mismo oíste lo que les hizo a esos hombres de Bracken ¡LOS DESCABEZO A TODOS! y será un riesgo mayor si monta a su dragón— salió Alicent para convencer a su hijo.

—Para eso está Aemond ¿No? El y Vhagar pueden hacer trizas a esa perra. Pero traerla viva ante mi, primero la haré mi puta hasta que suplique la muerte—

Aemond dio un fuerte golpe a la mesa y se levantó— Rahera te mataría antes de que pudieras acercarte, no te permito que hables de ella mientras esté yo presente—

Aegon no pudo contener la risa mientras todo el consejo miraba atónito la escena— Ah cierto, olvide que ella había sido tu novia ¿Es cierto lo que dicen en el norte? ¿Alguna vez te chupo la verga como a ese perro Stark?—

Aemond no se contuvo y se lanzó sobre su hermano, Aegon apenas y se pudo defender al final los lores y la reina tuvieron que separarlos.

—¡VUELVE A HABLAR DE ELLA Y TE CORTARE LA LENGUA, TU Y TODOS LOS QUE DIVULGAN MENTIRAS DE ELLA SERAN CASTIGADOS!— Aemond salió muy furioso de la sala del consejo.

—¡YO SOY EL REY! Vuelve aquí maldito traidor ¡TE DECAPITARE!— Aegon gritaba y pataleaba como un niño pequeño mientras su consejo trataba de calmarlo.