esperanza residual

Capítulo 69 : Familia encontrada

Shota negó con la cabeza, sonriendo con cariño mientras Hizashi tomaba otra fotografía de sus hijos. Uraraka, Hatsume y Todoroki hacía mucho que se habían ido, y Tsukuri había estado tirado en el suelo con los gatos y su teléfono durante unas horas y no mostraba ningún deseo de escapar de su papel de percha para gatos. Izuku y Shinso habían pasado la noche viendo un documental mientras los adultos limpiaban la cocina.

Para cuando todo estuvo limpio y guardado, Shota no se sorprendió de que Izuku se hubiera quedado dormido. (El niño siempre estaba exhausto después de una sesión de curación con Recovery Girl). Sin embargo, Shinso también quedarse dormido fue inesperado. Los dos se habían desplomado a un lado en el sofá con Izuku medio acostado encima de Shinso.

Shota estuvo tentado de despertarlos y echar a Shinso con el resto de su ruidosa familia, pero Izuku parecía tan relajado y pacífico que no se atrevió a hacerlo. No después del día que había tenido su hijo. Si estaba durmiendo sin pesadillas, Shota no quería quitárselo.

Eso sólo dejaba una cosa por hacer. Moviéndose en silencio, Shota alcanzó la pila de regalos de Izuku y sacó la manta de Hizashi de su bolso para cubrir al par de niños.

Hizashi simplemente se tapó la boca a tiempo para sofocar un chillido.

Shota puso los ojos en blanco y se reunió con él y Nemuri para inspeccionar las fotografías que habían recopilado. Sus amigos no habían sido muy sutiles, aunque su Niño Problema de alguna manera no había notado lo que estaba sucediendo. Shota tomó nota mental de darle a Izuku algo de entrenamiento en conciencia situacional mientras estudiaba una fotografía tomada durante la preparación de la cena. El niño tenía una cara de intensa concentración mientras metía con cuidado una brocheta de ayu en la freidora.

"Envíame una copia de esos", comentó Shota antes de señalar con la cabeza hacia la mesa del comedor. Hizashi y Nemuri se retiraron, y Shota encendió una lámpara antes de apagar la luz del techo de la sala de estar. Luego se reunió con sus amigos en la mesa.

Charlaron un rato antes de que Shota se animara a hacer la pregunta que había querido hacer durante semanas: "¿Hizashi?"

"¿Qué pasa, Shota?"

"¿Cómo es? Tener dos hijos".

Hizashi sonrió y miró a Shinso y Tsukuri. Tsukuri se había quedado dormido con su teléfono colgando de una mano. Maneki estaba acurrucado exactamente en el centro de su espalda. "Ambos son geniales. Así que vale la pena la licencia de crianza y las inspecciones completas". Hizashi volvió sus conocedores ojos amarillo verdosos hacia Shota. "¿Otro pequeño oyente te llama la atención?"

Shota tarareó, observando el lento ascenso y descenso de la respiración de los niños en la penumbra. Esta no era la primera vez que Shota consideraba la posibilidad de obtener una licencia completa en lugar de la licencia de emergencia que tenían la mayoría de los héroes. Había muchos detalles finos que diferían entre los dos, pero el atractivo principal era poder criar a más de un niño a la vez si alguna vez quería o necesitaba hacerlo.

Me vino a la mente cierto justiciero y su ocasional otra mitad.

Shota no se arrepintió de ofrecerse como voluntario para acoger a Izuku, en absoluto. El niño se portaba mejor que las tres cuartas partes de su salón actual, aunque era un poco un imán para los problemas. Era inteligente y estaba dispuesto a esforzarse para aprender. Y él era sencillamente bueno a pesar de todo lo que había pasado. Estaba herido y cauteloso como lo estaban algunos de los gatos callejeros que le gustaban, pero contra todo pronóstico, estaba empezando a confiar en Shota. Y Shota nunca abusaría de esa confianza ni lo abandonaría.

Pero Shota tenía la persistente sospecha de que Naisho también se encontraba en una situación poco ideal. No estaba seguro de que el justiciero, y mucho menos Gokaku, estuviera dispuesto a confiar en un adulto diferente si fuera necesario. Pero ambos confiaban en Shota hasta cierto punto y él quería ayudarlos. Sabía que pasar por el proceso de certificación era tedioso y requería mucho tiempo, pero últimamente parecía cada vez más atractivo.