Buenos días, amor - [Hyunho]

Capitulo 6

Lo presentía. Desde el momento que lo llamó por cuarta vez en la mañana, supo que volvería a llamar una quinta vez y así lo hizo, en aquel momento intuía que la cosa no iba a quedar así.

Ya era bastante tarde en la noche y Hyunjin se mantenía entretenido viendo la televisión mientras dibujaba distraído en su cuaderno, era algo que solía hacer cuando se aburría. El simple hecho de ya tener un pincel, un lápiz o cualquier elemento para pintar y dibujar era algo que llamaban poderosamente su atención, quizá debido a su sensibilidad artística.

Tendido en el sillón que le servía de cama, rodeado de hojas, lápices y almohadones de colores, fumaba y dibujaba. Cuando sonó la ya conocida melodía de su teléfono no se asombró en absoluto, pero sí que pensó en Lee Minho quien seguramente le saludaría con un «buenas noches, amor». Pero tal vez ya no, después de todo sería muy ridículo debido a la hora que era y a él personalmente el tal Minho no le parecía un tipo ridículo, aunque tuviera la pinta de ser bastante chamuyero.

- ¿Sí?

-Hola.

-Pero si es el de «buenos días, amor».

-El mismo. –Respondió con una sonrisa- Apuesto a que estás en la cama ahora mismo.

-Al menos estoy en posición horizontal. –Dijo Hyunjin con una pequeña sonrisa de lado y dejó de dibujar para prestar atención a la voz del otro lado.

-Muy original. –Rio Minho y negó con gracia la cabeza, la misteriosa voz jamás se quedaba sin respuestas para él- ¿Sabes que te estuve buscando? Me dieron una dirección y según un precioso chico de grandes ojos negros que salía de su departamento me comentó que el titular del lugar falleció, y eso me lleva a pensar que estoy hablando con un resucitado.

-No sé, yo me siento vivo. -Dijo con simpleza- ¿Me estuviste investigando?

-Sos joven, ¿verdad? Tu voz me da a entender eso. -Cambió de tema el rubio- Apuesto a que también lindo. Las voces armoniosas, ricas en matices, suelen pertenecer a gente hermosa.

-No sé si lo soy. No suelo pasarme la vida delante del espejo. Lo miro lo justo.

-Sin vanidad ni coquetería.

-No conozco a esas personas. –Contestó con sarcasmo el pelinegro.

-Ey, ¿podemos vernos un día?

- ¿Y Seungmin?

-Oh, Seungmin...

-Es tu novio.

-Puede ser, puede ser. Y puede también que me case con él el día que decida perder mi libertad. –Hyunjin cambió de postura y se ubicó boca arriba apretando el celular en su oído.

-Que no será tan pronto. –Dijo simplemente.

- ¿Por qué lo supones? –Preguntó Minho con curiosidad.

-No lo sé, pero si perdés el tiempo hablando con un desconocido me hace pensar que no amas tanto a tu novio.

-Eso no tiene nada que ver. Hoy estuve en el club de golf, jugué una partida con unos amigos, esta noche fui a comer a un restaurante del centro y después me fui con Seungmin a un bar. Acabo de volver a mi casa y todo lo que hice fue darme una ducha, meterme en la cama porque duermo desnudo, y marcar tu número. ¿Vos dormís desnudo?

Hyunjin observó su propia pijama, si es que podía llamársele así a un pantalón corto y una remera holgada que no combinaban para nada.

-Duermo con pijama. –Contestó simplemente.

- ¿Cuántos años tenés?

- ¿Y vos?

-Ah, es verdad. Yo no te dije mi nombre.