Pasaron 2 días, 2 jodidos días en el que su mundo parecía venirse abajo lentamente, no recordaba siquiera haber ingerido un poco de alimento más o menos decente.
Cerró su consultorio por un tiempo indefinido y pidió a su secretaria posponer a sus pacientes hasta nuevo aviso, claro, antes de despedirla sin decirle de motivos.
Ah, ironía, que maldita eres.
Él, siendo un reconocido psicólogo, pasando por esa situación de mierda en aquellos momentos, pero no podía evitarlo, Kenneth era como una potente droga, una que pruebas un poco y piensas que no pasará nada, que es para un rato de disfrute, pero que, sin siquiera imaginarlo, lentamente te va consumiendo, hasta que lo único que necesitas para subsistir y estar "emocionalmente" estable, es eso, Kenneth, esa poderosa droga de la cuál no ha encontrado rehabilitación alguna.
Alzó la mirada nuevamente hasta el reloj que estaba sobre la estantería de los tequilas y demás bebidas.
11:45pm
Las manecillas del reloj parecían ir tan malditamente lento en esos momentos.
Miró nuevamente su celular, buscando algún indicio de su chico, pero nuevamente no había señales.
Sus dedos comenzaron nuevamente esa serie de golpeteos rápidos sobre la barra del bar, mordiendo su labio inferior con ansiedad, observando como el Whisky saltaba en aquel pequeño vaso de cristal.
Paso los dedos de su mano contraria por todo su cabello negruzco, echando la cabeza hacía atrás y exhalando con pesadez, cerrando sus ojos por un momento.
Su cabeza daba vueltas, su espalda le estaba matando y estaba seguro de que olía peor que un vagabundo.
—Disculpe usted, señor, pero el gerente me pidió comentarle que ya no podemos servirle más.
—¿Y porque carajo no?
—Lleva prácticamente todo el día aquí, señor, no ha probado alimento alguno además del whiskey...
—¿Y te parezco un borracho?
Se levantó furioso del taburete, golpeando con fuerza la barra en el proceso, asustando al joven bar tender, quien dio un brinco sorpresivo en ese momento.
Nadie podía decirle que hacer, carajo, era un hombre con el dinero suficiente para pagar cuantos tragos le diera la gana beber.
Tomó lo que quedaba de su whiskey de un solo trago, arrojando el vaso de cristal contra la pared para después largarse de ese maldito lugar.
Salió del bar sin mirar atrás siquiera, sintiendo el frío de la noche y el agua de lluvia golpearle el cuerpo completo, incluso de su boca salía ese ligero vaporcito, demostrando que hacía un frío del demonio en ese momento.
El único lugar al que ahora podía acudir era a su consultorio; Tweek lo había echado de casa con todo y sus pertenencias, por su puesto que ya no tenía ni donde caerse muerto.
¿Y Kenny?
Bueno, de Kenny no tenía ni un jodido mensaje, una señal de vida, algo, joder, por más mínimo que fuera.
Incluso fue a casa del estúpido de Marsh para verle, aunque sea un poco, pero por supuesto que Kenneth no se encontraba ahí, seguramente por correr con la misma suerte que él, quedándose sin techo para pasar los días.
Pateo con furia un bote de basura que se encontró en su camino, antes de entrar a su auto para dirigirse a su consultorio a pasar la noche, como lo había hecho estos días, y como seguramente lo seguirá haciendo, antes de saber que mierda hacer con el asco de vida que llevaba ahora.
Golpeo su frente una y otra vez contra el volante del auto antes de encenderlo, pensando en que cartas utilizar ahora a su favor, esto no podía estarle pasando, no a él, no después de todo.
Tomó su celular y marcó nuevamente a ese número de teléfono que había estado sin responderle esos días.
Ya había tomado una decisión.
La verdad es que ni quiero pensar en cuanto tiempo me tardé para seguir esta obra; Le tengo mucho cariño porque, aunque no lo crean, la leo y la vuelvo a leer una y otra vez, y me doy cuenta de lo mucho que he evolucionado, tanto en un pasatiempo como éste, así como también en mi propia vida personal fuera de la escritura.
Espero que estén muy bien, y preparados para éste nuevo ciclo que comienza.
¡Los extrañé mucho!
Y que lindo es estar, nuevamente, de regreso.
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Miento [Crenny]
FanfictionPorque su principal mentira era mostrar estabilidad en su matrimonio. Cuando en realidad era todo lo contrario.