Miento [Crenny]

[19]

—Mira cariño, por fin se mudaron a la casa de junto

— ¿Enserio? Vaya, si que pasaron muchos por esa casa

—Sí, ¿Quién se habrá quedado con ella al final?

—Ni idea, seguro fue la pareja de la semana pasada, se veían más animados

— ¡Vamos a saludar!

—Por favor Tweek, no comiences a estresarlos, son nuevos aquí

—Por la misma razón debemos ser cordiales. Iré a preparar algún postre para obsequiarlo como bienvenida

—Bien, bien

Volvió a colocarse sus gafas para continuar tecleando en su computador; Sin embargo no pudo evitar ver nuevamente a la ventana, observando la casa contigua. Había un montón de cajas en el jardín, y el camión continuaba descargando otras más.

<Con que no sean unos jodidos fastidiosos>

Fue su primer pensamiento, tan solo quería trabajar tranquilamente desde su hogar, ya bastante tenía con su meloso esposo.

Sus pensamientos despejaron un poco su mente al observar llegar un auto azulado, salió primero el piloto, un hombre alto, quizá de su misma altura y porte, cabello negruzco y bien trajeado; Y sin duda se quedó un poco perdido al notar a su acompañante, salió con tanta delicadeza y a la vez ferocidad de aquel pequeño auto, parecía alguna especie de Modelo, ¿O así se lo pareció solo a él?

Pequeño de tamaño, resplandeciente cabellera rubia, no pudo apreciar sus ojos debido a las gafas de sol que llevaba. Jeans negros ajustados y algo rasgados, una camiseta de mezclilla doblada a sus codos, y botas color café. Mentiría si dijera que no salió un suspiro de su boca al recorrerlo entero con la mirada, incluso ajustó un poco más sus gafas, no quería perder detalle alguno.

— ¿Craig?

— ¿Hm, disculpa, que?

—El trabajo sí que te tiene perdido y estresado—Tweek rio ligeramente antes de depositar un cálido beso sobre sus labios—El pastel ya está en el horno, tardara unos veinte, o treinta minutos, alístate para visitar a nuestros vecinos

—Por supuesto...

Claro que no se lo perdería por nada del mundo. Su esposo salió de la habitación, pero el parecía perdido con su vista fija en aquel apuesto rubio; Y su respiración se detuvo por completo en cuanto el joven quitó aquellas gafas y pareció mirar en su dirección.

<Por toda la mierda... ¡Está más que buenísimo!>