Miércoles.
Despierto lleno de peladuras y, tras sentarme al borde de la cama, veo algo de suciedad en el brazo sobre el que estaba acostado. Restos rojizos, es sangre seca.
La somnolencia se me va a golpe de espanto, ojeo con más atención la cama y hay un charco de sangre allí donde tocaba las sábanas. Más que eso, también hay tajos en la tela como si la hubieran cortado. Reviso cada esquina de mi brazo, pero no hay ninguna herida; lo mismo con el otro. Me quito la parte superior del pijama y con el torso desnudo puedo ver con más claridad los destrozos causados por el picor durante la madrugada. No obstante, ni en el pecho ni en el estómago hay ningún corte ni arañazo; nada en absoluto de donde pueda haber salido todo este líquido. Solo queda la espalda, vuelvo a prestar atención al pijama y hay una mancha en la zona posterior. Tuerzo el cuello todo lo que puedo sin partírmelo, a un lado y al otro, pero sigo sin ser capaz de verlo. Extiendo el brazo hacia atrás, empujando el codo con el otro para llegar más lejos, intentando palpar la posible herida. Sin embargo, lo que alcanzan mis dedos no es lo que esperaba.
Corro hacia el cuarto de baño y al abrir advierto quemis yemas están manchadas de sangre tras tocarme. Me doy la vuelta y retrocedoal ver mi propio reflejo pues, además de las marcas de quemazón y la cicatriz del disparo en el hombro derecho; sobresalen tres pinchos a la altura de misvertebras dorsales... Tres de las apófisis dorsales, es decir, tres de losextremos de las vértebras, han crecido durante la noche y el hueso ha llegado aatravesar la piel. De ahí que tenga la espalda ensangrentada hasta la cintura del pantalón.
Bajo las escaleras, pero una imagen fugaz se cruza por mi mente: el agente Normand arrastrando a Lena cubierta de magulladuras y llorando. Mi mano se aleja del pomo por reflejo, como si me hubiera quemado con el metal...
ONU: No puedo decírselo a nadie...
Cancelo la cita de rehabilitación y bajo a la ciudad con el abrigo más grueso del que dispongo, con el cual no destacaré en pleno invierno. A pesar de la manga larga, no dejo de destrozarme los brazos rascándome compulsivamente. El miedo a ser descubierto hace que me sienta observado hasta llegar a la biblioteca; Incluso tengo el impulso de revisar un callejón cercano.
UNO: Perdón... —« ¡Chhss! » La bibliotecaria* me manda callar y acto seguido gesticula de forma exagerada e incomprensible para comunicarse conmigo, a lo que yo solo puedo contestar—: ¿Eh?
Leo y leo, cojo un libro tras otro sin dejar de repetirme: «Seguro que no es eso, esas cosas son de nacimiento, de nacimiento...»; pero sigo sin encontrar una respuesta concreta. Doy un bufido y déjo caer mi cara entre las páginas. Al alzarla reconozco a Phinora unas mesas más allá.
...el lunes en urgencias...
ERIKA: Mi hermana los estudia en la universidad y, como yo la ayuda a preparar los finales, controlo mogollón sobre el tema. —Y hace el signo de la victoria.
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DRAISON3: Licántropos
Gizem / GerilimEn esta ocasión, Uno se sumerge junto a sus nueves amigues en una trama de experimentación humana con mutaciones y monstruos. Algo más cortita que las anteriores, la 3ra entrega cuenta con 5 capítulos en total en lugar de los 7 habituales. Esta saga...