#1: Frío y calidez

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El invierno había llegado a mi ciudad. Esa noche, observaba el cielo nocturno, mientras daba un sorbo de un caliente café.

Día y noche. Solamente, mi pensamiento todo los días era el del odio hacia aquella banda criminal. "Brigada Fantasma".

Nunca me olvidaría de ellos.

Tampoco de sus caras, de sus malditas caras. Él solo pensar en ellos hacía que mi motivación para encontrarlos y asesinarlos incremente en mi ser.

Decidí calmarme. Un detective siempre debía mantener la calma para resolver casos. Eso es lo que siempre me decía a mi mismo. Aunque siempre he mantenido la calma en las investigaciones, y nunca pude encontrarlos.

Fue entonces, que sentí la puerta de mi oficina abrirse. Al girarme, encontré a mi asistente, con papeles en mano, y algo nervioso.

-¿Que pasa?

-Necesita ver esto, señor Kurta -Me entregó los papeles que llevaba en manos-. Los han visto, en el pueblo de Endless Winters.

Cuando escuché lo que dijo, no dude en leer los documentos que ya tenía en manos. Tras leerlo, no necesitaba nada más. Estaba seguro que si iba allá, los encontraría.

-Voy a Endless Winters -le avisé, parandome de mi silla-. ¿Cuando es el próximo vuelo?

Era todo oidos, mientras me abrigaba bien, preparándome para el frío del pequeño pueblo del siempre invierno.

-Ah, el próximo vuelo...-Escuchaba decirme los horarios del aeropuerto próximo.

-Entonces, ya me voy.

Eran las 12 de la noche cuando me marché. Llegué a las 2 A.M.

En el avión, seguí despierto. Mirando la ventanilla, cada vez más cerca del pequeño pueblo.

Al salir del aeropuerto, me encontré con el clima frío, como nunca había sentido. Mi nariz se puso rojiza, y yo intentaba cubrirme la cara con mi bufanda.

No perdí el tiempo. Caminé por las nevadas calles del pueblo, para encontrar la comisaría local.

Abrí la puerta de vidrio, cuyo picaporte de metal era notoriamente frío. En el interior, la calefacción parecía estar prendida. Dos policías charlaban, cada uno en mano con un café.

Uno de los policías se me acercó luego de notarme parado frente a la puerta.

-¿Usted... Es el detective Kurta? -Preguntó, incrédulo y pasmado, mirando mi cara de lado a lado-. Bueno, talvez era obvio. Después de todo, la Brigada Fantasma fue avistada aquí.

-Vengo por eso.

-Ya me parecía.

Se acercó a la mesa de la recepcionista, sacó un documento y me lo entregó.

-Supongo que va a querer hacerlo solo, no?

No recibió ninguna respuesta, pero pareció entender perfectamente lo que diría.

No necesitaba hacer más en la comisaría. Leía el documento mientras caminaba lentamente por las calles de Endless Winters.

El documento relataba el avistamiento del grupo completo y de al menos 2 testigos. Solo uno de ellos testificó. Fueron vistos en un pradera cerca del bosque.

-Ya tengo la ubicación, información...-Fuí interrumpido por un somnoliento bostezo.

Me sentía algo cansado. Sin embargo, iba a seguir. Me intente despertar rascándome mis ojos.

El documento traía un mapa, exactamente para que yo supiera la ubicación. Estando en frente de la pradera, todavía en la cera del pueblo, la observé, y luego mire el mapa.

-Fueron vistos aquí.

Al poner mis pupilas hacia la dirección del piso, observé un par de pasos que se metía en la pradera.

-Solo un par...-Medité, con una mano en mi barbilla-O es solo un miembro de la tropa, o es un civil cualquiera.

Sin que me importe mucho mi hipótesis, seguí los pasos.

-Espero que no sea la segunda.

Desde lejos, parecía que iba a haber un largo techo entre donde estoy hasta el emitente de los pasos. No me importó.

A la media hora, empezé a sentir el cansancio. Ya eran las 3 A.M. Ningún pensamiento de irme invadió mi mente, solo la motivación para seguir.

Al rato, los ojos se me cerraban. Empezé a sentir frío, y me costaba quedarme de pie por el cansancio.

Me segui exigiendo.

Caí al suelo. Pero no me importó, y seguí buscando, aunque esté revolcado en la fría nieve.

Luchaba fervientemente para que no se me cerrarán los ojos.

Y en un momento, ví una sombra de una persona alta. No pude ver su apariencia, y mis ojos se cerraron abruptamente, quedandome insconciente.

Desperté, aparentemente en el amanecer, debido a los nítidos rayos de sol que entraban por una ventana adyacente, en una habitación desconocida.

Estaba en una cama con varias capas de sábanas. La calefacción parecía estar encendida, notorio por la atmósfera cálida.

Esa habitación me tranquilizó. Aquella calidez me hacía sentir en mi propia casa. Aunque no lo sea. Cerré los ojos de nuevo. Cómodo y tranquilo.

Hasta que recordé lo de la noche anterior. Recordé a la Brigada Fantasma. Cortando completamente la atsmofera de aquel lugar, me levanté de la cama rápidamente.

Me acerque, casi corriendo a la puerta. Al abrirla, me lleve la sorpresa de que alguien más estaba en la casa. Me encontré con un chico de, aparentemente, mi edad. Sinceramente, primero pensé que tenía unos 30. Aunque mi pensamiento cambió al escuchar su voz.

Llevaba una bandeja repleta de comida. ¿Acaso la traía a la habitación donde dormitaba?

-¿Que es este lugar?

-Es... Mi casa-Respondió sin más, el chico de pelos negros y unos pequeños anteojos oscuros. -. Te encontré tirado en la pradera cerca de aquí. Al parecer seguiste mis pasos.

Me quede sin ninguna palabra. Todo el sacrificio que había hecho en ese momento, fue en vano. Aún así, no me iba a rendir por un pequeño retroceso.

-Gracias por tu ayuda. Pero yo me tengo que ir-Caminé por su lado, siguiendo por el pasillo de su casa para llegar a la salida en el otro extremo.

-Ey, un momento -Exclamó-. Eres un irresponsable. ¡Anoche te excediste hasta desmayarte! ¿No tienes autocontrol? Pensé que por ser un detective tan famoso como tú, serías más responsable. Pero no lo parece.

Paré de caminar por un momento. Giré a verlo, con un gran enojo. Él no se inmutó ni un poco. Me miró con unos ojos desafiantes, igual que los míos.

-No te metas en lo que no te importa.

-A mí me importa la salud de las personas. Sin importar si son tontos o no.

Ignorando aquel comentario, deje la casa del chico, encontrándome con el solitario exterior.

//𝔇𝔬𝔠𝔱𝔬𝔯 𝔭𝔢𝔯𝔰𝔬𝔫𝔞𝔩//(LeoPika)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora