Estaba sentado en mi habitación de hotel, tomando un café, acompañando con la lectura de aquel documento que me entregó el policial.
Buscaba una pista de mi próximo movimiento, algo que me guíe en mi investigación, y me ayude a encontrar a la banda criminal que ronda en Endless Winters.
En una de esas tantas lecturas del documento, recordé a los testigos. Explícitamente, decía que habían dos testigos. El documento no entregaba lujo de detalles sobre el segundo testigo. Siquiera su nombre y apellido.
—Voy a empezar con eso —Dejé la taza, ahora vacía, y me marché con documento en mano, y un abrigo para soportar el frío.
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Ya en la comisaría, me acerqué al comisario de allí. Puse el documento en la mesa, y lo miré fijamente a los ojos. Él solamente bebía un café, mientras sus ojos viajaban del documento a los míos.
—¿Que necesita, detective Kurta?
—La identidad del segundo testigo.
—Oh, eso —Dió un sorbo, tomándose su tiempo—. Si, la identidad se decidió mantener oculta.
—¿Me la puede decir?
—Espera, voy a hacer una llamada —Sacó su teléfono, marco un número y lo puso en su oído—¿Hola? ¿Tengo que darle la identidad del segundo testigo del avistamiento de la brigada Fantasma al detective Kurta?— Escuché un par de gritos salientes de la llamada. Colgó el teléfono y volvió a mi—Si, si te la puedo dar.
—Dimela.
Me entregó una hoja. En ella contenía su certificado de nacimiento, vivienda, etc. Escondi la pequeña hoja en mi bolsillo y salí del lugar.
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La hoja decía la calle de la vivienda. "Calle Roque". Las casas del pueblo eran parecidas. Pequeñas, casi del mismo material. Sería el colmo si fueran del mismo color. Lo único que los distinguen es el número de dirección. Si no fuera por eso, estaría completamente perdido.
Las calles eran, en mi opinión, bonitas. Se notaba la diferencia entre la ciudad y el pequeño pueblo de Endless Winters.
Llegué a la dirección especificada en la hoja. Roque, 120. El hogar del segundo testigo, que podría ayudarme a encontrar a la brigada.
Toqué la puerta. Sentí un pequeño ruido en la ventana. Eran las persianas, alguien las movía para ver el exterior. Simplemente fingi no ver eso y miré al frente.
Escuché pasos fuertes llegando a la puerta, y finalmente se abrió. Era un joven, de al menos 25 años. Me miraba con emoción, sabiendo quién era.
—¿Kurapika Kurta, no? ¡Lo sabía! —Exclamó, dando un pequeño salto victorioso.
—Vengo aquí por...
—¿El caso de la brigada Fantasma?
Me sacó las palabras de la boca.
El chico me dejó pasar a su casa, hablando en el camino a la mesa de cosas sin importancia. Al llegar a la mesa, nos sentamos y decidí meter el tema de nuevo.
—Cuentame todo.
—Bien, bien...—Suspiró—Mientras paseaba en la pradera, como muchos en este pueblo, ví a la Brigada Fantasma esconderse en una choza en el bosque prohibido.
Me parecía raro que sea normal pasear en aquel pradera. Aunque no le pregunté eso.
—¿Bosque prohibido?
—Es un bosque prohibido por los animales que viven ahí—Notaba como su emoción se iba diluyendo en la conversación—. El bosque del Oso. Nadie puede entrar. Siempre que alguien entra, es encontrado devorado por los osos. Y eso es tener suerte. A veces siquiera se encuentra el cuerpo.
Sentí escalofríos mientras explicaba lo que acontecía en el bosque del Oso. Un bosque prohibido, dónde todo humano que entra, muere por culpa de los osos.
—¿Va a ir buscarlos?
—Si. Tengo qué hacerlo.
—Pero, detective Kurta, es muy peligroso entrar en el bosque.
Me levanté de la silla, y caminé a la puerta.
—Por cierto, ¿Porque decidiste mantener tu identidad en secreto?
—Yo... Tenía miedo de que me encontrarán a mi y a mi familia.
—Te entiendo. Estate tranquilo, los encontraré.
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El bosque de los Osos. Un peligroso bosque, dónde dominaban por completo los osos. Llegué a él, tras caminar un poco por la pradera.
Estaba frente a él. Escuchaba unos estrepitosos gruñidos. Para entrar al bosque, tenía que cruzar un cerco metálico. Era alto, y parecía rodear todo el bosque.
varias señales de "Prohibido entrar" estaban colgados alrededor del cerco.
—Voy a tener que trepar.
Había comenzado a trepar la cerca metálica, cuando escuché un grito familiar. Al girarme, me encontré con aquel chico.
—¡Tú!—Me apuntó con su dedo, gritandome—¿Que crees que haces? ¿Ser detective te volvió loco?
Bajé las cercas y me acerqué a él.
—Tengo que hacerlo. Tengo que buscarlos.
—¿Poniendo en peligro tu vida? No duermes, y ahora quieres entrar a un bosque lleno de osos.
—Ya te lo dije antes. Este es un asunto mío, no tuyo.
—Y yo también te lo dije antes. A mí me importa la salud de todos.
Nos miramos más desafiantes que antes.
No tenía respuesta a eso. Pensé, obviamente, que si decía que se preocupaba por la salud era un medico o alguien involucrado en ese oficio.
Él se quedó custodiando la cerca, así que decidí alejarme. Eventualmente, volvería luego.
—¿No deberías cubrirte con algo?—Charlaba un adolescente—. Te puede causar algo... Ya sabes, estar sin abrigo por aquí.
—No, estoy bien —Temblaba notoriamente. Su voz se partía levemente en cada palabra que decía—. Un reto es un reto.
—Esto es un reto extremo...
Me voltee a ver lo que sucedia. Pude notar que ese chico que custodiaba la cerca, también se giró con impresión a ver a los chicos.
El chico sin abrigo se veía confuso. Y de un momento a otro, se cayó en la nieve.
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//𝔇𝔬𝔠𝔱𝔬𝔯 𝔭𝔢𝔯𝔰𝔬𝔫𝔞𝔩//(LeoPika)
FanficKurapika, un detective que busca sin descanso a la Brigada Fantasma se dirige a Endless Winters, dónde conoce a un medico que insiste por su salud. • • • • • >Leopika. >AU moderno. >BL. >Violencia.